Negociando bajo fuego

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Mientras las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC transcurren en La Habana, la guerra sigue produciendo bajas en el campo de batalla, algunas de ellas emblemáticas, como la del comandante insurgente Carlos Patino, Caliche, quien era brazo derecho de Pablo Catatumbo, uno de los negociadores de la organización rebelde en la capital cubana, y cuya muerte evidencia las paradojas de negociar entre balas.

Caliche y un puñado de sus hombres de la columna Jacobo Arenas de las FARC fueron sorprendidos el pasado 4 de mayo por una cuadrilla militar en un paraje del surocci-dental departamento de Nariño, zona que el guerrillero no conocía bien.

Caliche se había desplazado a Nariño desde el vecino departamento de Cauca, región donde se movía a sus anchas, luego de que Catatumbo -comandante del Bloque Occidental y uno de los siete miembros del secretariado de las FARC- viajó a Cuba a principios de abril para sumarse a las negociaciones.

Fuentes del ejército informaron que la inteligencia militar se enteró del traslado del comandante de la columna Jacobo Arenas y montó un operativo para dar con su paradero, lo que ocurrió el sábado 4, cuando 15 soldados los ultimaron a él y a otros seis guerrilleros.

Las FARC divulgaron en su página en internet un comunicado en el que confirmaron la noticia y definieron a Caliche como un guerrillero nato, experto en artillería y explosivos, quien fue jefe de las unidades de guardia del secretariado bajo el mando del fallecido dirigente histórico y fundador de...

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