Una revolución necesaria

RÍO DE JANEIRO.- El Papa Francisco retomó el camino de "una Iglesia para los pobres". Él mismo se ha despojado de sus títulos papales y declaró que es "un hermano entre los hermanos". Sin embargo, una "ruptura" de la Iglesia católica con prácticas, instituciones y formas de pensar anacrónicas -"vinculadas a un mundo que ya no existe, un mundo de príncipes, reyes y palacios"- "va a tomar tiempo y muchos van a oponer resistencia a la renuncia de sus beneficios y del lujo". De hecho, "para que efectivamente exista una Iglesia pobre para los pobres se necesita una verdadera revolución" en ella.

Habla Leonardo Boff, teólogo, filósofo y escritor brasileño, uno de los máximos representantes de la Teología de la Liberación.

Debido a sus tesis, Boff -quien militó en los Franciscanos Menores- padeció el hostigamiento del Vaticano. En 1985Jo-seph Ratzinger, entonces prefecto para la Doctrina de la Fe (y hoy Papa emérito), le impuso un año de silencio por su libro Iglesia, carisma y poder, y lo obligó a renunciar a sus funciones editoriales y académicas en el campo religioso.

En 1992 Ratzinger intentó silenciarlo de nuevo para evitar que participara en el encuentro Eco-92 de Río de Janeiro. Pero Boff se adelantó y renunció al sacerdocio.

Ahora, a sus 75 años, está casado y es activista en temas de ecología, articulista, escritor (con 60 libros) y uno de los intelectuales más reconocidos de Latinoamérica.

En vísperas de la visita papal a Brasil -del martes 23 al domingo 28- Boff concede a Proceso una entrevista vía correo electrónico. En ella analiza los actos y decisiones del Papa Francisco en sus primeros meses de pontificado; reivindica el papel que la Teología de la Liberación ha jugado en América Latina y aborda el significado del viaje de Bergoglio en el contexto de las protestas sociales que han sacudido al país.

De hecho el Papa le solicitó a Boff un ejemplar de su libro Francisco de Asís y Francisco de Roma: un nueuo proyecto de Iglesia, que el teólogo acaba de presentar en Brasil.

"El Papa me mandó decir que quiere recibir un ejemplar por medio de un obispo. No creo que quiera recibirme (durante su visita a Río dejaneiro),parano crear resonancia en la prensa y poner en una posición incómoda al Papa Benedicto XVI, con el cual tuve varios problemas doctrinales," explica Boff.

-Usted considera en uno de sus artículos que el Papa Francisco está rescatando los principios básicos de la Teología de la Liberación. ¿Cree, como él dijo, que se puede hacer "una Iglesia pobre para los pobres"?

-Para que efectivamente exista una Iglesia pobre para los pobres se necesita una verdadera revolución en la Iglesia. Los hábitos eclesiales, las instituciones, las formas de pensar no son contemporáneas. Al contrario, están vinculadas a un mundo que ya no existe, un mundo que cuenta con príncipes, reyes y palacios.

"Una 'Iglesia pobre para los pobres' es un ideal que emergió al final del Concilio Vaticano II, en 1965, con el Pacto de las Catacumbas...

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