Natación: Estimule su desarrollo bajo el agua
| Autor | Alma Isabel Torres |
Hacer que desde pequeño su hijo incursione formalmente en algún deporte organizado no sólo le ayuda a formarse como atleta, a desarrollarse físicamente y a crecer, sino que también le enseña a ser competitivo, respetar reglas, adquirir disciplina, cuidar su alimentación, mejorar en su desempeño escolar y hasta alejarlo de las drogas.
Además, esta práctica le sirve para hacerlo más sociable y a los pequeños que tienen entre 4 y 6 años de edad que son muy inquietos, los tranquiliza, mientras que a los más pasivos, los estimula.
¡Al agua patos!
La natación tiene la ventaja de que puede ser practicada hasta por bebés recién nacidos, ya que sumergirse en el agua es como estar de nuevo en el seno materno.
De hecho, hay estudios que indican que los niños que acaban de nacer pueden nadar porque tienen el Reflejo de Boqueo, por el cual cierran automáticamente la entrada a la tráquea al momento de sumergirse en el agua.
El antropólogo Desmond Morris lo describe como un recuerdo de nuestros ancestros acuáticos.
Sin embargo, sería un error creer que gracias a ese reflejo los bebés no se ahogan, pues sólo les sirve para tomar aire y resistir la respiración durante uno o dos minutos mientras nadan.
Además, el reflejo desaparece más o menos a los tres meses de edad, o incluso antes, si es que el niño no nada desde que nace, y entonces tiene que aprender.
La natación como tal es un ejercicio muy completo y de alto rendimiento, pues estimula la formación de buenos atletas y crea sentido de competencia.
Lo más recomendable es que los pequeños comiencen a nadar de manera formal a partir de los tres meses, cuando ya coordinan sus extremidades superiores y pueden moverse más mejor.
De cualquier forma, es recomendable consultar al pediatra antes de sumergir a su bebé en la alberca.
Una buena medicina
A quienes más beneficia la natación es a los pequeños que tienen un retraso motor leve en su desarrollo, como los hipertónicos, cuyos músculos son muy tensos, o los hipotónicos, que los tienen muy débiles.
Ambos problemas se dan en los primeros meses de vida y tienden a desaparecer solos, pero quienes los padecen no permiten que mamá los voltee boca abajo, se ponen duros y lloran, tampoco gatean y empiezan a caminar hasta los 16 meses, aproximadamente.
Con este deporte, estos niños tienen la oportunidad de ejercitar todos los músculos y adquirir más seguridad.
Al nadar en posición...
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