Las naciones de rebeldes

María Paula Roblesrn(Embargada para sitios en Internet hasta las 24:00 horas locales)rnMÉXICO, D.F., noviembre 4 (EL UNIVERSAL).- Del cúmulo de literatura "bicentenaria" que llena estantes y anaqueles especiales de las liberarías mexicanas este año, llama la atención que casi la totalidad de los títulos corresponden a ediciones mexicanas, de autores nacionales, lo cual habla muy bien de lo prolífico de nuestras plumas historiográficas, pero mal de la necesaria pluralidad de visiones que debería permear en estos ejercicios de reflexión.La excepción a esta regla es el libro "Naciones de rebeldes. Las revoluciones de independencia latinoamericanas", escrito por el español Manuel Lucena Giraldo y editado por Taurus, que nos ofrece la mirada española de los movimientos de liberación decimonónicos en América.No editorializa ni condena. Aun cuando relata hechos, describe desde su condición de europeo, cómo se vivió allá lo que pasaba en las colonias, súbitamente contagiadas de ánimo libertario, justo cuando la Madre Patria enfrentaba el acoso napoleónico.Lucena, según su currículum oficial, es científico Titular del Instituto de Historia (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en Madrid. Ha sido investigador visitante en el IVIC de Venezuela, la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, el Colegio de México, el Institute of Latin American Studies de la Universidad de Londres y el St. Anthony´s College de la Universidad de Oxford.Es autor de numerosos libros, entre los cuales figuran "Laboratorio Tropical. La Expedición de Límites al Orinoco, 1750-1767 (1993)", "Viajes a la Guayana Ilustrada (1999)", "Premoniciones del descubrimiento de Iberoamérica (2003)" e "Historia de un cosmopolita, José María Lanz y la fundación de la ingeniería de caminos en España y América (2005)".Como se aprecia, lo suyo es la historia de nuestra América, vista desde allá.En el libro que comentamos detalla -como en muy pocos libros de origen mexicano sucede- la conflictividad de la corte española, lo que pasaba por la cabeza de los reyes y legisladores peninsulares, sus apremios e intereses, y cómo poco a poco veían con tristeza, horror y sentimiento de inevitabilidad, la independencia de sus otrora colonias.Lucena habla de lo que pasó en Chile, en Haití, en Venezuela, en Nueva Granada, en Buenos Aires, en Paraguay, y dedica casi un capítulo completo a la Nueva España.En este caso, no lo hace de la manera a la que estamos...

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