El mundo que no se ve

AutorOlga Pellicer

La política exterior estuvo casi ausente. Los señalamientos fueron muy pocos: la invocación prescindible de los principios normativos de política exterior, rápidas referencias al ingreso de México al Consejo de Seguridad de la ONU, su confianza en los beneficios que traerá la entrada en vigor del T-MEC.

Lo que ocurre más allá de las fronteras no atrae la atención de López Obrador. Si acaso, agradecer a los millones de trabajadores mexicanos que han migra-do a Estados Unidos y cuyas remesas son un alivio importante ante el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de familias en México. Ninguna alusión a las dificultades tan graves que atraviesan esos migrantes en los últimos tiempos; más vale no mencionarlo, ya que éstas provienen de las duras políticas antiinmigrantes de Trump, con quien se ha decidido no buscar enfrentamientos.

La visión limitada de lo que ocurre en el mundo no permite identificar retos que será necesario superar para hacer realidad los beneficios que puede aportar elT-MEC. López Obrador se ha referido en otras ocasiones a la oportunidad que se abre para

México en momentos en que se busca la relocalización de empresas establecida en China. Traerlas a México parece aconsejable debido, entre otros motivos, a las ventajas de la cercanía geográfica con Estados Unidos. Nos encontramos ante la oportunidad de promover cadenas de valor que favorecerían la producción compartida en sectores tan importantes como la industria automotriz o la aeroespacial.

Es cierto que está presente la mencionada tendencia a la relocalización de empresas. Sin embargo, una rápida mirada sobre lo que está ocurriendo en el mundo indica que para traer nuevas empresas a México, o expandir las ya existentes, se necesita cumplir varios requisitos. Por ejemplo, tener una buena imagen del país, inspirar confianza en el estado de derecho, dar atención al inversionista, en pocas palabras, construir un buen ambiente para hacer negocios en México.

Se sabe que países como Vietnam, Tailandia, Malasia, entre otros, están llevando a cabo una política muy activa para tener esas condiciones. No se puede decir lo mismo en el caso de México. Los esfuerzos provenientes del gobierno para atraer inversiones están limitados por una política de austeridad que ha debilitado seriamente el capital humano que puede cumplir esas tareas. Hay una clara contradicción entre la reducción del gasto gubernamental y tener cuadros profesionales que integren una administración...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR