¿Otro Mundial? "Negligencia absoluta"

AutorRaúl Ochoa

Ante el propósito de la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut) de organizar en 2026 una tercera Copa del Mundo -cuya sede designará la FIFA centrada en dos ejes esenciales: derechos humanos y defensa del medio ambiente-, organizaciones defensoras de estas materias advierten la grave crisis que afronta México en temas que ya se han vuelto cotidianos: ejecuciones, desapariciones forzadas, torturas, desplazados y un sinnúmero de actos violentos.

Por ello, organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional (AI) y Greenpeace México ya rechazaron la iniciativa de la Femexfut, porque sólo ocultaría la falta de voluntad política del gobierno federal por atender asuntos tan prioritarios como derechos humanos y medio ambiente. Además denuncian que persiste la interminable cadena de agravios amontonados desde los tiempos de Vicente Fox.

Erika Guevara, directora de la Oficina Regional de las Américas de AI, advierte: "Hay que avisarle a la FIFA de una vez que México reprueba en todos sentidos las condiciones para ser sede de una Copa del Mundo y un modelo de país de respeto a los derechos humanos. En todo caso, un evento de esta magnitud tendría que ser un buen mensaje de competencia limpia".

Lamentablemente, añade Guevara, México está atravesando una de las peores crisis de derechos humanos en todo el hemisferio, con desapariciones y asesinatos en aumento, en el contexto de la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, en una total militarización de asuntos sociales.

"El uso generalizado de la tortura, que cada día está cobrando mayor prominencia en los medios de comunicación, ha sido una práctica constante, y hoy en día está sistematizado el uso de las fuerzas de seguridad contra las personas detenidas con el propósito de sacar confesiones bajo tortura. Entonces, si es que la FIFA tiene que hacer un examen a México, de una vez les digo que está bien reprobado."

En entrevista, Érika Guevara afirma que existen ciertos esfuerzos institucionales por fortalecer las legislaciones y las instituciones públicas, "pero sin una voluntad política real para reconocer, primero, la grave crisis de derechos humanos que enfrenta el país".

"Hasta este momento ni siquiera el presidente, Enrique Peña Nieto, ha tenido la voluntad política de afrontar de manera clara, tanto en el ámbito nacional como internacional, el hecho de que el país está viviendo una de las peores crisis de derechos humanos del hemisferio. Sin ese reconocimiento, cualquier esfuerzo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR