Mujeres Ikoot defienden sus vientos sagrados

AutorPedro Matías

SAN MATEO DEL MAR, Oax.- El mar es su vientre y desde ahí, las mujeres de la comunidad Ikoot están pariendo la resistencia que hace frente al neocolonialismo o, como dice una de ellas, el "colonialismo mexicano". Se sienten amenazadas con el despojo de sus tierras, invadidas por empresas extranjeras, y acusan la complicidad del actual gobierno de la 4T pues, dicen, ambicionan el viento que corre por su territorio sagrado. Por eso, advierten, defenderán su tierra, el mar, las aguas dulces y saladas, porque "somos las que cargamos el mar en nuestro vientre ". Frente a las obras del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, proyecto que ven como una imposición, este pueblo originario se niega a "ser el patio trasero del tren transístmico". Cargamos el mar en nuestro vientre y desde ahí estamos pariendo la resistencia", dice Beatriz Gutiérrez Luis, fundadora de la Organización Comunitaria Monapaküy, surgida después del terremoto de 2017. El pueblo Ikoot, que habla la lengua ombeayiüts, está asentado en la franja litoral del Golfo de Tehuantepec, en los pueblos San Mateo del Mar, San Francisco del Mar y San Dionisio del Mar, que son municipios autónomos, mientras que Santa María del Mar es agencia municipal de Juchitán de Zaragoza. Estos litorales separan al Océano Pacífico de las dos grandes lagunas conocidas como Mar Superior y Mar Inferior o Mar Muerto. San Mateo del Mar se localiza a sólo 30 kilómetros del puerto de Salina Cruz, donde se concentra uno de los polos de Bienestar previstos en el proyecto del Corredor Interoceánico y pivote de este proyecto del actual gobierno federal, junto con la refinería y el rompeolas. Desde aquí, sostiene Beatriz, "seguimos haciendo frente a esta invasión y despojo de nuestro territorio, pero es una lucha desigual, (porque) nos enfrentamos a grandes intereses económicos con poder para engañar, comprar, corromper, encarcelar y, si es necesario, asesinar". Recuerda que en 2009 lucharon por defender el territorio contra la instalación de un parque eólico de la empresa Mareña Renovables. En esa ocasión "las mujeres nos organizamos para la alimentación de la comunidad y otras apoyamos con ir a poner el cuerpo en la barricada, con mucho temor, pero ahí estuvimos personas de 18 a 70 años; no éramos muchas, los hombres nos rebasaban en cantidad, pero ahí estábamos, defendiendo lo nuestro ". Beatriz habló de esta historia ante las autoridades de las organizaciones indígenas colombianas que visitaron el...

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