Los motivos do Putin

AutorPatricia Lee Wynne

Este retorno como gran jugador en la arena internacional obedece a tres grandes temores: que la situación en Siria derive en un caos incontrolable al sur de Rusia, que ese caos lleve a Estados Unidos a convertirse en un vecino hostil y amenazante, y que el terrorismo islámico se cuele por la porosa frontera asiática.

La participación militar de Rusia en Siria marca un cambio en las relaciones internacionales de los últimos 25 años, caracterizadas por el predominio unilateral de Estados Unidos y la desaparición de Rusia como gran actor de la escena mundial.

Como escribió el jueves 8 el analista Fedor Lukyanov en globalaffairs.ru, "de manera inadvertida, hemos entrado en una nueva era de la política mundial", pues "por primera vez en un cuarto de siglo, el Kremlin está adelantando oficialmente una gran operación militar en el exterior, no como parte de una misión de paz, sino por razones estratégicas".

Tras la desaparición de la Unión Soviética se abrió un vacío en Medio Oriente, su antigua zona de influencia, el cual Estados Unidos pretendió llenar con la Guerra del Golfo de 1991 y las invasiones a Afganistán (2001) e Irak (2003). La Primavera Árabe, que empezó en 2010 en Túnez y siguió en Egipto, provocó la caída de Muamar Gadafi en Libia en 2011, pero el resultado fue otra nueva zona de caos en el norte de África.

En 2012 la crisis se trasladó a Siria, último país aliado de Rusia en la región, sede de su única base naval en el Mediterráneo: el puerto de Tartús. Tres años después, la mitad de la población siria ha sido desplazada, 4 millones de refugiados han huido al exterior y van 250 mil víctimas.

El espacio que nadie pudo controlar fue ocupado por el El, que domina buena parte de Irak y Siria, y no distingue a la hora de cortar cabezas.

Tras la crisis de los noventa, Rusia empezó a recuperarse en este siglo con el gobierno de Vladimir Putin. Para entonces, Estados Unidos ya había ganado mucho terreno con la extensión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hasta las fronteras de Rusia y sus aventuras bélicas en el Medio Oriente.

En Siria, Putin decidió poner un alto y no permitir que se repita la experiencia libia, donde la intervención occidental terminó en la cacería y muerte de Gadafi, dejando al país al borde de la desaparición.

Ante la perspectiva de una intervención militar directa contra el régimen de Bashar ai-Asad por parte de Turquía y Estados Unidos, Rusia inició los bombardeos a las posiciones del El.

Moscú...

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