Mónica Pérez Taylor / Mujeres sin miedo

AutorMónica Pérez Taylor

El alter ego de Calderón y de su gabinete de oropel, un señoritingo de baja estofa que utiliza su doble nacionalidad a conveniencia, parapetado en la Secretaría de Gobernación, tan sacrificado como es él para servir a la patria, la nuestra y la suya, se flageló quedándose en la Ciudad de México para observar la verdadera celebración de la expropiación petrolera en el Zócalo sin ir al falso festejo en tierras tabasqueñas con gran despliegue militar para que nadie los viera ni los molestara, y que Feli-pillo saliera en la foto al lado de lo peor de lo peor: el ladrón líder sindical del Pemexgate y senador con fuero, Romero Deschamps.

Me imagino al pillastro de Mouriño temblando de miedo bebe que te bebe su ron favorito entrada la tarde. Sus orejas habrán revoloteado como papalotes al escuchar cuando, en la única ocasión en que Andrés Manuel López Obrador mencionó su nombre, le llovió el repudio absoluto de cientos de miles de mexicanos que no toleramos más este Gobierno infame hecho a base de mentiras, ni tampoco a la prensa que ha sacado de contexto las palabras de su discurso para hacerlo ver como el violento y el desestabilizador.

Que el PRD está en tremenda crisis, sí, y peor lodazal ha creado la mano del usurpador y de sus corifeos que quieren una izquierda muy a su modo. Calderón dijo que Pemex seguirá siendo de los mexicanos porque esa es la voluntad del pueblo. ¡Válgame con tanta verborrea saliendo de la boca de un hombre al que nada le importa ni el pueblo ni la patria! Nadie les cree ya nada, y su propaganda del tesoro escondido les ha salido por la culata. Así de caro nos está saliendo el "haiga sido como haiga sido". Porque los que violentan y desestabilizan al País serán los entreguistas que se han creído que el patrimonio nacional está a su disposición absoluta y la amenaza y la provocación viene de la irresponsabilidad de este Gobierno más que mediocre.

Increíble que el esmirriado españolito acompañara a su pareja presidencial al homenaje de nuestro prócer Benito Juárez, deshonrando su memoria de la manera más ruin. Solitos, muy solitos ambos, dejando al pueblo y a miles de turistas nacionales y extranjeros tras las vallas, otra vez para la foto, pero que Calderón se atreviera a decir que quien ignora la ley ofende la memoria de don Benito, con ese traficante de influencias a su lado, es la pura desvergüenza. Nada les importa...

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