El momento de Al Jazeera

AutorTémoris Grecko

El Cairo.- El viernes 11, un día antes de que ocurriera, un acto anticipó la caída de Hosni Mubarak: la televisora estatal egipcia volvió a transmitir la señal de Al Jazeera, la cadena de noticias en árabe (desde 1996) e inglés (desde 2006) propiedad del emir de Qatar, Hamad bin Khalifa al-Thani.

Dos semanas antes, el 28 de enero, el gobierno de Mubarak había ordenado el cierre de las oficinas de esa emisora en Egipto y prohibió que su señal fuera reproducida por su satélite, el Nilesat, con la esperanza de que los egipcios sólo recibieran información de la televisión gubernamental y de los canales privados, cuyos noticieros minimizaban la dimensión real de la revuelta.

La victoria de la revolución egipcia fue también la de Al Jazeera. Y también, hasta cierto punto, su obra.

Las protestas masivas que el 14 de enero derrocaron al mandatario de Túnez, Zine el Abidine Ben Ali, se vieron en el mundo gracias a que Al Jazeera tenía un corresponsal tunecino, Lofti Hajji, periodista local que trabajaba encubierto.

Además transmitió decenas de videos de aficionados que revelaron los detalles de la movilización. Eso inspiró a ciudadanos de otros países de la región a manifestar su descontento, el cual a su vez fue difundido por Al Jazeera.

“Descubrimos que ser árabes no equivale a tener un destino inevitable de opresión”, explica Rania Kasim, estudiante y activista cairota. “Habíamos perdido la confianza en nosotros mismos, pero las imágenes de Al Jazeera nos demostraron que sí se puede combatir con éxito a los opresores”.

Antes de la revolución, recuerda Kasim, Al Jazeera no era muy popular pues se le consideraba una especie de instrumento para expandir la influencia de Qatar. “Ahora todos queremos verla”, comenta.

A pesar de que varios de sus periodistas fueron apaleados por pandillas progubernamentales o arrestados por las autoridades, la televisora reportó puntualmente lo que ocurría en los alzamientos ciudadanos de Egipto, Argelia, Yemen, Jordania y otros países.

El martes 1 muchos twitteros egipcios reprodujeron este mensaje: “Gente en Alejandría: Al Jazeera es el único canal honesto, todos los canales egipcios son mentirosos”.

En la plaza Tahrir de El Cairo, centro de la revolución egipcia, los opositores seguían los discursos de Mubarak y otros eventos importantes en una pantalla gigante donde se proyectaba la señal de la cadena catarí, que llega a 220 millones de hogares en más de 100 países.

El diario británico The Guardian señaló el lunes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR