Mochilazo en el tiempo

La iglesia que hizo suya San JuditasEL UNIVERSALSalvar la vida de un ser querido, solucionar problemas legales, conseguir un empleo o librar a parejas adolescentes de embarazos no deseados son algunas de las peticiones que cada día cientos de mexicanos le hacen a San Judas Tadeo, conocido como el patrono de las causas imposibles.

La fiesta de este santo se celebra el 28 de octubre de cada año, sus fieles se reúnen en la iglesia de San Hipólito localizada en el cruce del Paseo de la Reforma y Avenida Hidalgo para festejar a su protector.

Es mediodía y los rayos del sol son inclementes con las personas que esperan entrar al atrio, entre vendedores de figuras de yeso, veladoras, escapularios y demás objetos con la imagen del apóstol esperan pacientes que inicie la misa y que su santito sea bendecido una vez más.

En la demora hay quienes deciden mitigar el hambre con la señora que grita ?sincronizadas, tres por diez, lleve sus sincronizadas? o compran las clásicas congeladas de rompope para ver si el calor se hace más soportable.

En la acera que está frente al templo se ve una figura de San Judas Tadeo en tamaño real, se confunde con la gente, pareciera que también está impaciente por escuchar la homilía del sacerdote, algunas personas se acercan, le tocan la el rostro, se persignan ante él, otros más le cuelgan escapularios.

Óscar Lira es dueño de este santo, todos los días 28 viene a la iglesia de San Hipólito y le recuerda a su beato que no ha olvidado su promesa, sabe que aún le quedan 11 años de misión.

Emocionado, este hombre de 23 años relata a EL UNIVERSAL que hace nueve años tuvo la fortuna de ser padre, entonces era un adolescente de 14 años, al igual que su novia y ahora esposa. ?Mi mujer se vio delicada, mi hija tuvo problemas al nacer, yo no quería que le pasará nada a ninguna de las dos, por eso me encomendé a San Juditas, le pedí que salvará a mi familia y si me hacía el favor yo vendría todos los días 28 a escuchar misa con su figura, para pagarle?.

Óscar estaba acompañado de su hermano, aunque admite que hay ocasiones en que su hija y esposa llegan con él para agradecer. No luce fatigado, a pesar de que ha andado a pie desde el Toreo de cuatro caminos, ?salgo de casa y tomo un camión, a la gente le da curiosidad verme con mi santo, ya de Toreo me vengo caminando, pero no me pesa, cuando uno viene con fe es fácil, si reniegas ¡huy! ahí si se friega la cosa?, dice sonriendo.

El joven de piel morena dice que antes no había...

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