El mito de la "burbuja" capitalina

AutorPatricia Davila

Las células de organizaciones criminales como La Mano con Ojos, Guerreros Unidos, Nueva Generación y La Familia Michoacana han potenciado la violencia en la Ciudad de México en sus intentos por apropiarse de la plaza, y en tal escenario su integrantes recurren lo mismo al narcomenudeo y a los levantones que a los plagios, la extorsión y las ejecuciones. También suelen torturar a sus víctimas y los tiroteos entre sicarios de los grupos rivales son frecuentes en la ciudad, considerada una "burbuja de seguridad" por las autoridades capitalinas.

Los hechos desmienten esa percepción gubernamental. El pasado 26 de mayo, el secuestro de 11 jóvenes en el bar After He-aven, ubicado en la Zona Rosa, por un grupo que vestía uniformes similares a los de la Policía del Distrito Federal, mostró la vulnerabilidad de esta burbuja. El caso salió a la luz pública cinco días después, cuando los familiares de los adolescentes se quejaron porque, dijeron, la autoridad no emitió ninguna versión oficial sobre el caso.

Entre los desaparecidos se encuentran un hijo de Jorge Ortiz Reyes El Tanque y otro de Alejandro Sánchez Zamudio El Pa-pis, dos de los jefes de una de las más violentas bandas de Tepito. Ellos están en prisión desde 2003, según informó El Universal el pasado 31 de mayo.

Periódicos y radiodifusoras de la Ciudad de México ya han relacionado este caso con una presunta venganza del narcotráfico por el asesinato de Horacio Vite Ángel, el pasado 24 de mayo, en las inmediaciones del bar Black de la colonia Condesa. Según la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Vite era un narcomenudista de la célula conocida como La Unión.

Hasta el cierre de esta edición (viernes 31 de mayo), el procurador capitalino Rodolfo Ríos Garza aún sostenía que los casos no tenían relación y se limitaba a exponer que se estaban revisando las grabaciones de C4 (el centro de control de la videovigilancia en la ciudad), así como de algunos establecimientos cercanos al bar donde los jóvenes fueron secuestrados.

"Hasta el momento no existe certeza de cómo sucedieron los hechos, ya que se carece de testigos y sólo se cuenta con los testimonios de familiares", aseguró Ríos Garza.

A su vez, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, sólo declaró que no se descartará ninguna línea de investigación.

El caso de los 11 jóvenes contradice a Mancera, quien el pasado 13 de enero se jactó de que "en el Distrito Federal no existen indicios de que operen grupos del crimen organizado, como bandas dedicadas al narcotráfico, trata de personas, robo de autos o extorsiones".

Olvidó que el 3 de octubre de 2011, cuando estaba al frente de la PGJDF, informó sobre el hallazgo de dos cabezas humanas en el cruce de Periférico y Lomas de Sotelo, delegación Miguel Hidalgo. Los cuerpos estaban dentro de una camioneta con un mensaje: "Nosotros nos dedicábamos a robar, a asaltar, a extorsionar en la plaza de La Mano con Ojos. Atentamente: la Nueva Generación del Chapo Guzmán".

Si bien el secuestro del 26 de mayo pasado es el más grave, registros periodísticos de 2009 a la fecha refutan que la capital del país haya estado exenta del crimen organizado: en el Distrito Federal son recurrentes las decapitaciones, ejecuciones...

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