Miguel B. Treviño / Educación: tragedia sin dueño

AutorMiguel B. Treviño

Miles de niños de Oaxaca no tendrán clases hoy. Sus maestros, agremiados a la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), harán paro de labores en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa.

La primera solidaridad que México requiere de los maestros es con sus alumnos. Son libres de marchar por la causa que más les conmueva, pero para eso está el fin de semana.

Nuestra tragedia educativa es que nadie paga por darle la espalda a los niños, empezando por el secretario Emilio Chuayffet, quien ha decidido volverse el más trivial de los miembros del gabinete: un maestro del arte del "no hagan olas".

Dos termómetros consulta Chuayffet cada mañana: con el primero pronostica el ánimo con que se levantó el señor Presidente para evitarle más agobios de los que ya tiene; y con el segundo adivina complots de sus colaboradores.

La reforma educativa no tiene dueño.

No fue posible aplicar un examen estandarizado de ingreso al Servicio Profesional Docente en todas las entidades; en Oaxaca y Michoacán sólo se aplicó a una proporción menor de los postulantes.

Tampoco se pudo aplicar el censo escolar de manera universal para saber quiénes están y quiénes no en los planteles; sólo se cuenta con el 16 por ciento de la información.

La última es que ahora el gobierno federal busca pretextos para recular en el asunto de la centralización del pago a los maestros.

La modificación al artículo tercero de la Ley de Coordinación Fiscal es un componente importante de la reforma educativa, porque desde ahí la SEP asume el control del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE) y con ello se recuperaba la facultad de apretar tuercas al magisterio en lo local y se abre la posibilidad de brincarse a gobernadores desganados y débiles frente al magisterio.

Centralizar pago es centralizar control por dos vías: primero, quitándole al sindicato y a sus secciones locales la doble negociación por la que sacaban prebendas por partida doble, a la Federación y a los estados.

Aún más importante es la posibilidad de ponerle consecuencias al ausentismo de maestros a través del castigo vía nómina.

Estas son las nuevas reglas con las que iniciaríamos el 2015. En lugar de ello el gobierno federal cedió al chantaje: "yo les administro la nómina", le dijo a los gobernadores, "ustedes deciden a quién le pago y a quién no".

México no es el único país en el que los sindicatos de maestros son poderosos y en el que el...

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