El miedo

AutorLeopoldo Mitre
CargoColaborador de LOVIS y DynaWare
Páginas65-65
65
contaduriapublica.org.mx
EL MIEDO
SECCIONES/TECNOLOGÍA
Leopoldo Mitre
Colaborador de LOVIS y DynaWare
Un paso en falso y lo próximo que sentiremos será nuestro cuerpo cayendo por
una pendiente de 150 metros. El instructor nos repite una y otra vez que no solte-
mos la cuerda, mantenerla en nuestras manos es nuestro seguro de vida. Todos y
cada uno de nosotros ponemos mucha atención al uso del sistema de cuerdas y
metales que usaremos para descender del peñasco. Estamos a punto de lanzarnos
en la gratificante aventura del deporte extremo que en esta ocasión tendrá como
escenario el rapel en piedra.
Hemos visto desde lejos la majestuosa cima de la peña. Desde la base no se veía
tan alta como en la cima, donde la apreciación de la altura cambia notablemente.
El instructor nos explica las reglas y nos da tips de lo que estamos a punto de vivir.
La idea de colgarnos de una cuerda y bajar por ella a través de una superficie
rocosa bastante escarpada es algo asombroso. Nos colocamos el equipo según
nos fue indicado, el cual consiste en una especie de calzón llamado “arnés” que
está sujeto a la cuerda mediante un mecanismo metálico llamado “ocho”. Este
mecanismo hace que la cuerda se atore al momento que la sujetamos con el
brazo estirado hacía abajo; sin embargo, si subimos el brazo por encima de la
cintura aflojamos la cuerda y corremos el riesgo de caer al vacío.
El primer valiente se lanza a la conquista de la aventura. Las piernas le tiemblan un
poco, se ve nervioso. El sudor corre por su frente, ya que ha mirado hacia abajo y se
ha dado cuenta de las piedras que caen al suelo. El aire sopla una ventisca agrada-
ble que no hace mella en él, pero da el primer paso hacía atrás y se ve que le cuesta
trabajo atravesar la barrera del temor. Casi no nos mira, continúa concentrado en
el procedimiento para deslizarse hacia abajo. Por fin, logra controlar el miedo y su
descenso es mucho más rápido como agradable.
Así, sucesivamente vamos pasando los demás. Todo transcurre en orden hasta
que resbala y se golpea la chica que tomó turno antes de mí. Había permanecido
mucho tiempo en la orilla sin decidir a lanzarse y cuando por fin lo hizo vaciló en
sus movimientos. Todos nos hemos quedado petrificados. Vimos como la gorra
que llevaba puesta voló por los aires al tiempo que a ella la perdimos de vista.
Esperamos lo peor. Afortunadamente logró sujetar la cuerda… su vida. Ha queda-
do pendiendo de la cuerda en una posición extraña. El miedo a caer hizo que se
sostuviera con todas sus fuerzas.
Es mi turno. El recuerdo de la caída de la chica y el miedo que siento hacen que me
quede estático unos momentos. Decido no pensarlo demasiado y me lanzo al des-
censo. Veo que todo está en orden y que las herramientas me ayudan a llegar a mi
destino sano y salvo. En el trayecto al piso me viene a la mente la idea del miedo.
En mi mente suena lo que nos decía el instructor: “Es el miedo lo que te mantiene
atado a la cuerda”. Es el miedo el que nos evita caer y lo que nos mantiene con vida.
Hemos visto el riesgo y solo el miedo a caer nos hace ser precavidos. Pero, también
es el miedo lo que nos hace detenernos, quedarnos pasmados y no movernos. Así
somos los seres humanos y las organizaciones.
Esto es lo mismo que muchas veces les pasa a los altos ejecutivos en las organiza-
ciones, cuando desde sus puestos observan la visión completa del negocio, donde
la caída es siempre una opción. Para poderse mover rápidamente hay que vencer
el miedo. El vacío y el peligro de caer están latentes, son ellos los que nos obligan
a analizar datos e información para tomar la decisión adecuada. Sin embargo, para
muchas organizaciones esta es una gran disyuntiva: moverse rápido o tomarse el
tiempo necesario para analizar información que minimice el riesgo.
En tiempos y mercados tan dinámicos como los que vivimos hoy en día, quedarse
quieto por miedo a tomar una mala decisión por contar con información imprecisa
es equivalente a perder competitividad. Por otra parte, contar con información del
negocio en línea y tiempo real nos permite movernos para conquistar la cima.
Tomar decisiones basadas en información precisa y obtenida rápidamente usando
sistemas de información es posible. Es entonces la Tecnología de Información un
habilitador que permite a las empresas ser más competitivas en el mercado. Los
sistemas de información son como el equipo de escalada, son los aditamentos que
nos dan seguridad para tomar decisiones. Quienes no cuentan con este equipo
están perdiendo competitividad.
Quien no vence el miedo no es capaz de moverse a la meta y tarde o temprano cae-
rá. ¿Cómo quieres llegar, deslizándote suavemente o cayendo estrepitosamente?

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