El Metro, una bomba de tiempo

AutorErnesto Villanueva

Primero. Hace tres años se hizo una consulta para subir el precio del boleto del Metro de dos a tres pesos a cambio de seguridad. Los consultados estuvieron de acuerdo y, aunque desde el 2010 cuesta tres pesos el ingreso, la seguridad no ha mejorado. Está previsto que cada estación cuente con dos escaleras eléctricas y una fija. El problema es que buena parte de las escaleras eléctricas no funcionan en virtud de las cargas de energía mal distribuidas. En caso de un siniestro, los pasajeros pueden quedar atrapados en su intento de salir. La Línea 12 -que es concesiona-da- estuvo planeada y licitada para contar con 24 estaciones, pero casualmente se entregaron sólo 20, es un caso de corrupción clarísimo que la sociedad desconoce. Por esa razón, en dicha línea los transbordos son larguísimos. El más prolongado es el de la estación Atlalilco, donde el pasajero que pretende transbordar debe caminar un kilómetro, y si bien existen bandas transportadoras, casi nunca sirven.

Asimismo, el Metro, integrado por 12 líneas, cuenta con una red de fugas de seguridad en perjuicio de los millones de usuarios. El punto nodal es que la seguridad del Metro no tiene como propósito proteger a los pasajeros, sino evitar daños a las instalaciones. Los 10 "binomios" o detectores de metales comprados, además de ser adquiridos por invitación restringida, no funcionan, como todo pasajero lo puede constatar.

Segundo. Los baños en el Metro -que son un negocio por ser concesiones- no tienen ningún mecanismo de seguridad, por lo que cualquier aspirante a terrorista podría fácilmente colocar una bomba. Los miembros del denominado Agrupamiento 70, integrado por la Policía Bancaria, la Auxiliar y la Fuerza de Reacción que se encarga de la seguridad del patrimonio del Metro, sólo están ubicados en los torniquetes y eventualmente en los andenes con el único fin de dosificar usuarios cuando hay retrasos en los trenes o en los momentos de mayor afluencia para separar las secciones de mujeres y niños. Este agrupamiento carece de armas largas, detectores de metales y, lo más importante, de la instrucción de cuidar a las personas, que son la razón de un servicio público pagado con los recursos de la comunidad. En la nómina del Agrupamiento 70, que depende de la Gerencia de Seguridad Institucional, aparecen casi 3 mil elementos, de los cuales más de 30% son "aviadores", "comisionados" o similares.

Además de los propios eventuales ataques externos al Metro y a sus pasajeros, las...

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