Mediación: proceso flexible y solución confiable
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Ceremonia de instauración de la Mediación Penal en el Centro de Justicia Alternativa del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
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Reciban un cordial saludo todos mis compañeros del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, que hoy nos acompañan. Felicitación especial merecen todos los servidores judiciales que han hecho posible que el Centro de Justicia Alternativa del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, dé un paso más hacia la consolidación de la mediación como mecanismo eficaz y eficiente para la resolución de conflictos interpersonales.
Magistradas y Magistrados:
Señoras y Señores Jueces:
Sr. Procurador General de Justicia del Distrito Federal Dr. Rodolfo Félix Cárdenas:
Sr. Subprocurador Dr, Miguel Ángel Mancera Espinoza:
Sres. Consejeros:
Mag. Jorge Pesquiera Leal:
Señoras y Señores:
El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, decidieron, hace tres años, integrar la mediación familiar a los servicios que presta nuestra Casa de Justicia; y, a partir del mes de septiembre del 2006, correspondió el turno a la mediación civil-comercial, cuyo servicio ha tenido una buena acogida entre el público usuario.
El día de hoy nos complace compartir con ustedes el inicio del nuevo servicio de Mediación Penal que otorgará el Centro de Justicia Alternativa a la sociedad en general, a partir del próximo 2 de mayo.
Consideramos de suma importancia este nuevo servicio, ya que habrá de conformar una de las salidas alternativas requeridas para que un conflicto de naturaleza penal no necesariamente desemboque para su resolución en un juzgado. La existencia de la Mediación Penal como una figura de la justicia restaurativa es indispensable para fortalecer nuestro sistema de justicia, ya que otorga la oportunidad a los particulares de resolver por sí mismos sus conflictos, cuando éstos son originados por la comisión de un ilícito de carácter penal, reparando el daño ocasionado al ofendido y propiciando el reconocimiento de la responsabilidad del ofensor.
Un gran número de personas que por algún motivo se encuentran involucradas en un procedimiento penal, ya sea en calidad de ofendidos o de inculpados, generalmente se sienten insatisfechas a lo largo del desarrollo del mismo, pues es común que su participación se veaPage 47 reducida en gran medida, por el protagonismo del ministerio público y los defensores, que son los...
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