La mayoría pasiva, maldición para el cambio: Armando Bartra

AutorJudith Amador Tello

El voto nulo y la abstención en las recientes elecciones no representaron desaprobación o castigo para el gobierno de Enrique Peña Nieto y su partido el Revolucionario Institucional (PRI); por el contrario, jugaron un papel en su consolidación como mayoría en la Cámara de Diputados, aliado con el Partido Verde Ecologista, al cual protegió deliberadamente con ese fin.

Esa es una de las conclusiones en el análisis que el sociólogo Armando Bartra hace del proceso del pasado domingo 7 de junio, mediante el cual se eligió a gobernadores estatales, diputados nacionales y asambleístas del Distrito Federal, entre otros. Hasta el cierre de esta edición, según datos del Instituto Nacional Electoral, el PRI aventajaba con el 29.17% para diputados, seguido del Partido Acción Nacional (PAN) con 21.03, el de la Revolución Democrática (PRD) con 10.82, y en cuarto sitio Morena con 8.39.

El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien previo a las elecciones participó del debate en estas páginas y otros medios en torno al dilema de votar o no, reitera en entrevista con Proceso la necesidad de que los ciudadanos inconformes con el actual sistema político participen más activamente en las diferentes rutas que impulsan el cambio.

Y es que si bien, reconoce, las elecciones no son aún la vía determinante para la transformación del país, ni una panacea, está convencido de que votar específicamente contra el partido en el poder el domingo pasado pudo haber hecho la diferencia en los resultados.

Advierte, de otra parte, la amenaza de que una vez pasado el proceso electoral y ya sin la amenaza del llamado "voto de castigo", el Estado asuma acciones más intolerantes y represivas con los movimientos sociales que expresan su descontento al margen o dentro de las elecciones.

El autor de El hombre de hierro. Límites sociales y naturales del capital, La utopía posible y Tomarse la libertad. La dialéctica en cuestión, entre otros libros, expone que el resultado electoral ya era previsible, pero no por ello deja de ser necesario intentar explicar por qué en un país donde el espaldarazo al presidente y al PRI se han desplomado (particularmente en los últimos meses "hay un foso" entre la aprobación inicial y el rechazo a sus políticas, su administración e incluso su persona), el partido siga siendo la primera minoría e integre con sus aliados una mayoría absoluta en la Cámara.

Es inquietante, juzga, porque lo que suele verse en otros países donde el gobierno no cuenta con la aprobación de sus ciudadanos, es un voto no aprobatorio, un voto de castigo. Aquí no fue así, y el PRI, que obtuvo cerca del 30%, con el Verde -que obtuvo el 6.93- se convertirá en una primera mayoría.

A decir de Bartra no hay ahí una aprobación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR