María Amparo Casar / Sin pudor y sin temor

AutorMaría Amparo Casar

Tres oficios han aprendido o perfeccionado los Gobernadores: el oficio de endeudarse, el de utilizar los recursos públicos a discreción y más recientemente el de "tomar prestado el dinero ajeno".

Del primero da cuenta la duplicación de la deuda de los Estados en los últimos 12 años. Del segundo, la ausencia de cuentas públicas claras que permitan conocer el destino del gasto. Del tercero, el que hayan retenido el impuesto sobre el trabajo de los servidores públicos y no lo hayan enterado a la Federación.

En estos tres oficios la mayoría de los Gobernadores y otras autoridades estatales han actuado al margen de la ley sin consecuencia alguna.

Los Estados tienen derechos y obligaciones. Pueden contratar deuda, pero están obligados a hacerlo bajo ciertos supuestos y garantías. Pueden utilizarla solo para ciertos propósitos y están obligados a rendir cuentas sobre ese gasto. Deben retener el impuesto sobre el trabajo de los servidores públicos, pero solo para entregárselo a la Tesorería de la Federación.

Pero no. Han contratado más deuda de la que pueden pagar, han dejado de informar en qué han gastado los recursos provenientes de la deuda y han dejado de entregar a la Federación parte de los impuestos retenidos.

¿Por qué lo hacen y a la luz del día? ¿Por qué incurren en prácticas ilegales sin pudor y sin temor? La respuesta más sencilla es: porque pueden. Porque resulta racional hacerlo: me allego de mayores recursos por vía de la contratación de deuda con la banca y por la vía de adeudos fiscales a la Federación, gasto sin control, ahogo las finanzas públicas de mi Estado, pido perdón y se me otorga. Si algo falla, que paguen los que vienen atrás. Porque años de experiencia les dice que sus actos no tienen consecuencias. Porque saben que no serán auditados, evaluados, juzgados, condenados y mucho menos castigados. Porque en México, con demasiada frecuencia, las conductas ilegales no solo no se castigan sino que se premian generando así un gran incentivo para la repetición de esas mismas conductas.

Tal es el caso de la decisión de los legisladores que en la Ley de Ingresos de la Federación 2013 optaron por cancelar/perdonar/condonar el 100 por ciento de los adeudos fiscales por concepto de Impuesto Sobre la Renta a los Estados y Municipios del país y, para rematar, por regalarles una condonación por adelantado del 60 por ciento y 30 por ciento para el 2013 y el 2014.

Perdonar es abdicar/declinar/desistirse al...

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