Al Margen / Hambre de justicia

AutorLuis Eduardo Villarreal Ríos

En una sociedad donde sobreabunda la nota roja conviene difundir hechos teñidos de esperanza. He aquí un modesto pero significativo acontecimiento para alentar la búsqueda de la justicia.

El viernes 9 nos reunimos unas 50 personas, la mayoría eran mujeres, en la capilla de San Nicolás Tolentino, uno de los lugares de culto más humildes en Guadalupe. La ocasión: inaugurar un local al servicio de la promoción y defensa de los derechos humanos.

Se trata de ubicar cerca de la gente más necesitada a la Comisión Arquidiocesana de Derechos Humanos (CADHAR), organismo oficial de la Iglesia de Monterrey creado en junio de 2000.

A partir de una concepción integral y dinámica de los derechos humanos, CADHAR busca permear a la sociedad de ese espíritu que celebra la diversidad, ejercita el respeto y fortalece el valor de las personas a través de la defensa y promoción de sus derechos.

La situación de los derechos humanos en México se encuentra en franco deterioro. En lo socioeconómico, el consumo se convierte en la más alta aspiración de muchos; las leyes del mercado, asimismo, poseen clara ventaja en relación con la justa distribución de bienes.

En lo político, la participación ciudadana es débil, dejando a la autoridad pública sin contrapesos para evitar los abusos de poder. En lo social, se asoma el escenario del odio, el aumento de la criminalidad y la lucha violenta; asimismo, se hostiga a luchadores sociales.

La cultura dominante no propicia el desarrollo integral de las personas. Se vive un ambiente de fragmentación, donde la reflexión le da el paso a la emoción y al espectáculo; en una sociedad así, la dignidad humana se ha vuelto objeto de muy baja cotización.

Por todo lo anterior, CADHAR aspira a contribuir a la realización de la justicia y al bienestar de los sectores más desfavorecidos de la comunidad, con base en una acción ética y ciudadana, busca la plena vigencia de los derechos humanos en todas las realidades humanas y sociales.

La eucaristía inaugural quiso ser...

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