Al Margen / Es imposible un mundo sin migrantes

AutorLuis Eduardo Villarreal Ríos

No podemos imaginar un mundo sin migrantes. Los primeros pobladores de Mesoamérica, según los arqueólogos, llegaron provenientes del estrecho de Bering en busca de tierra más amable para realizar sus cultivos.

Históricamente, el ser humano se mueve, migra por naturaleza y por necesidad. Su errancia obedece al afán de conocer o a la urgencia de vivir. Sale por curiosidad, o bien por adversidad.

Algunos datos de la migración mexicana ilustran esta imprescindible migración. Aproximadamente un millón de paisanos integraron el flujo coyuntural de visitantes por las fiestas de Navidad y fin del año 2003.

De los 25 millones de mexicanos que residen en Estados Unidos, cuatro millones lo hacen sin documentos legales. Las remesas que envían anualmente pueden sumar este año 14 mil 500 millones de dólares.

Pero a estos datos hay que añadir los del reverso de la historia: Desde 1994, año en que Estados Unidos puso en marcha los operativos Guardián, Salvaguarda y Río Grande, fallecen unos 500 connacionales anualmente.

Este drama inquietó a Javier Saravia, sacerdote jesuita que estuvo el jueves en las oficinas del Secretariado de Pastoral Social presentando su libro "La Solidaridad con los Migrantes, en la Vida y en la Biblia".

Al autor le indignan no sólo los hechos trágicos y las penurias de los migrantes, ellas y ellos, sino la invisibilidad de este fenómeno social en México gracias a la apatía, ignorancia, o el interés político.

¿Qué propone en su texto? "Motivar y fundamentar el amor solidario en el pueblo latinoamericano, migrantes y no migrantes, en nuestros países y fuera de ellos, entre mujeres y hombres con diferentes lenguas y tradiciones".

No se trata de ofrecer citas y datos estadísticos, sino de hacer eso a lo que nos tiene acostumbrados Saravia: "escuchar la Palabra de Dios en los clamores y anhelos del pueblo, respondiendo a ella con obras de justicia".

En nueve capítulos integra temas bíblicos concernientes a los migrantes: Abraham y los signos de los tiempos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR