Maíz amarillo y glifosato. Transición agroecológica "envenenada"

AutorAlejandro Saldívar

Dos visiones acerca del campo se enfrentan después de la aparición del decreto que prohíbe el glifosato y el maíz transgénico para consumo humano. Por un lado, el lobby agroquímico defiende el uso "responsable" de herbicidas y semillas transgénicas y, por el otro, funcionarios públicos pugnan por una transición agroecológica comunitaria.

El decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 13 de febrero último establece como fecha límite el 31 de marzo de 2024 para lograr la sustitución total del glifosato, una sustancia química que altera el ecosistema, probablemente cancerígena y objeto de disputas políticas en todo el mundo. Sin embargo, los fabricantes de agroquímicos no están satisfechos con el decreto promulgado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues su restricción provocaría un impacto económico negativo.

Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFA-AC), considera que las decisiones tomadas por el Ejecutivo en materia agrícola son sesgadas e incluso dogmáticas, con bases científicas frágiles que se disuelven como herbicida en el agua.

-¿En qué forma prohibir los plaguicidas afecta la producción nacional?

-Prohibir no es la alternativa. Detrás de la prohibición hay mucho estudio científico por hacer. Algunos países que eliminaron plaguicidas con base en el criterio de la toxicidad sufrieron un impacto económico más grave porque ya no pudieron controlar las plagas. El gobierno tiene que informar a los campesinos y uno de los organismos responsables es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que en su lista aún mantiene productos tóxicos que desaparecieron hace más de 12 años.

-¿Cómo ha sido la respuesta de la Cofepris?

-Tenemos socios dentro de la Unión que en este gobierno no han sacado un solo registro y eso entorpece el crecimiento. A alguien por ahí se le ocurrió que los orgánicos no deben registrarse porque son orgánicos. El ántrax es orgánico y puede venir en bolsas. Los virus son orgánicos y pueden venir en cualquier envase. Entonces los plaguicidas tienen que registrarse, evaluarse y estudiarse.

-¿Se garantiza la inocuidad de los productos que consumimos?

-No hay nada inocuo, por ejemplo, el agua no es inocua. El problema es que este país no tiene agua potable. No hay una sola planta potabilizadora del gobierno que haga una verdadera potabilización del agua.

En el registro sanitario de la Cofepris se...

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