Con lujo incluido
| Autor | Cirze Tinajero |
NUEVA YORK.- Pocos lugares en el mundo pueden presumir que los viajeros siempre quieren regresar a ellos, como la ciudad de Nueva York. Y, si se le agrega la promesa de revisitarla con un toque de glamour, no queda más que empacar y, para ponerse a tono, tararear la famosa "New York, New York", de Frank Sinatra.
Si este destino destaca por ofrecer experiencias únicas, éstas se vuelven aún más deseadas cuando son planeadas por los expertos en viaje de American Express Travel & Lifestyle Services. Aquí tres de ellas.
HOSPEDAJE EXQUISITO
Ubicado estratégicamente en el 700 de la Quinta Avenida y la Calle 55, en pleno centro de Manhattan, The Peninsula New York seduce al perfil de viajero que, además de disfrutar de la gran cantidad de opciones que ofrece el más prestigioso distrito de compras y entretenimiento, desea disfrutar del exquisito lujo de un hotel como éste. Apenas se pone un pie en el refinado lobby, siempre decorado con arreglos florales, el caos del tráfico neoyorquino queda atrás.
Sus 235 habitaciones y suites, con baños de mármol, ofrecen un oasis de tranquilidad perfecto para descansar.
El resort es famoso por la calidad de su servicio y basta comprobarlo con algo tan sencillo como el room service. Si un huésped pide el desayuno a la habitación a las nueve de la mañana con siete minutos, el servicio llega puntualmente a esa hora, ni un minuto más ni un minuto menos.
Jugo fresco, pan tostado y huevos benedictinos -especialidad de la casa- resultan perfectos para iniciar el día, antes de explorar la ciudad.
http://newyork.peninsula.com
PARA SIBARITAS
A finales de septiembre, Barack y Michelle Obama cenaron en este sitio acompañados de algunos amigos.
Se trata de Cosme, el restaurante del reconocido chef mexicano Enrique Olvera que abrió apenas hace dos años. Está ubicado en 35 E 21st St, en el distrito Flatiron de Nueva York.
Este 2016 el recinto entró a la lista de los 100 mejores restaurantes del mundo de la revista Restaurant, en el sitio 96.
La curiosidad obliga a probar algunos de los platillos que probó el Mandatario como las carnitas de pato, que se deshacen en el paladar; la tostada de atún, que combina a la perfección el sabor del aguacate con las alcaparras, o unas tlayudas con frijoles, chorizo y salsa borracha, sólo pican un poco.
Y, aunque se esté en Nueva York, la mejor manera de cerrar la noche en este templo gastronómico es con tequila; su Golden Margherita, preparada con Casa Dragones Blanco, es el trago perfecto...
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