Luis Lozano / Con los motores encendidos
| Autor | Luis Lozano |
Durante los próximos tres años, México tendrá la capacidad de manufacturar aproximadamente 3.6 millones de vehículos al año, lo que implica que las líneas de producción ensamblarán más de 10 mil unidades diarias. Sin duda, esto representa una gran oportunidad para el País a partir de sus fortalezas pero, ¿qué debemos hacer con las debilidades y amenazas? ¿qué debemos considerar para sacar el mayor provecho de los caballos de fuerza que mueven a la industria?
En el estudio Doing Business Automotriz 2013 de PwC México, se realizó un análisis de competitividad en el que a partir de un análisis FODA se puede prospectar el futuro de la industria manufacturera automotriz que actualmente es un punto de referencia global.
Entre las fortalezas destacan la capacidad instalada que es amplia y sigue creciendo como resultado de los programas de inversión plurianuales de los grandes fabricantes multinacionales que operan en México. Además, que existen 13 grandes grupos de proveedores y servicios distribuidos en la parte centro y norte del País, los cuales tienen una base importante de proveedores locales e internacionales con amplia experiencia en la fabricación de piezas, componentes, equipos y repuestos originales, lo que agrega valor a la cadena.
A estos aspectos se suma el hecho de que la mano de obra es calificada con un costo relativamente bajo y las líneas de producción de alta tecnología tienen la flexibilidad necesaria para el uso simultáneo y montaje de los diferentes modelos. También se considera la ubicación geoestratégica de México y los sistemas de manufactura de clase mundial que operan con normas de calidad superiores a los de la competencia en América Latina y países asiáticos, como China e India.
Las oportunidades que tiene el País radican en la diversificación de los destinos de las exportaciones con el fin de reducir la dependencia de los mercados de América del Norte, mejorar la calidad y el servicio de los costos de distribuidores y canales de distribución, así como aumentar la integración local y regional y los porcentajes de valor añadido.
Otra de las oportunidades radica en buscar beneficios a través de alianzas estratégicas o fusiones y mejorar o aumentar la disponibilidad de ingenieros especializados y profesionales a través de programas que cubran las necesidades del sector; acabar con el ISAN y el cobro de la tenencia también son dos áreas de oportunidad.
Si bien las condiciones que han prevalecido han propiciado que se hayan...
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