Luis Arenal: el olvido oficial

AutorJudith Amador Tello

Aunque el investigador y crítico de arte Alberto Híjar Serrano ha dedicado buena parte de su vida al estudio de la obra de Luis Arenal (1909-1981), la exposición Luis Arenal Bastar: Un realismo militante, resultado de ese trabajo, apenas logró un pequeño espacio del Centro Nacional de las Artes (Cenart) para exhibirse durante sólo un mes, hasta el próximo 8 de junio.

"Pues sí, es muy poco, ¿qué le vamos a hacer? Eso es lo que hay y ni modo", dice el especialista del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) al narrar que originalmente le propusieron la muestra hasta 2015 pues durante 2014 todos los espacios estarían dedicados a la celebración del 20 aniversario de la creación del Cenart.

De repente se abrió "un hueco" en mayo, "en una galería que parecía inhóspita pero está justo a la medida para una exposición como ésta", y decidieron tomar la oferta apresuradamente, "ante la falta de oportunidades, de espacios y de patrocinios para hacer exposiciones que no sean las de siempre y para las mismas gentes llenas de medallas, trofeos, premios, be-cas, viajes y homenajes y que son como tres", dice con ironía.

No es el único desaire que parece haber sufrido Arenal, prueba de ello es el estado desastroso en que se encontraba su trabajo, que debió ser ordenado. Ahora no hay una institución dispuesta a conservarlo y corre el riesgo de perderse o dispersarse. Al mismo tiempo, una de sus grandes obras, la Cabeza de Juárez, está en el abandono total.

El investigador explica que la muestra es producto de toda la vida de activista político y promotor cultural de Arenal, hijo de Angélica Arenal, compañera de David Alfaro Siqueiros, marcada por el mandato de éste "para que yo contribuyera a que la línea estética libertaria que él propició siguiera viva. Lo dijo públicamente en 1974, pocas semanas antes de morir, en la última entrevista que se le hizo".

Para preservar la memoria del muralista se creó un fideicomiso con su nombre y comenzó a organizarse su legado: Archivo, biblioteca, hemeroteca, pero el Banco de México dejó de aportar recursos económicos y el material pasó al INBA. En forma paralela Luis Arenal organizó una escuela taller donde se hicieron los paneles para el Polyforum, y consiguió becas "muy pobrecitas, pero suficientes para 30 estudiantes" que aprendieron las técnicas y teorías sobre el arte público.

Fue en esa época cuando, cuenta Híjar...

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