Lucha sin máscara tras robo

AutorLeticia Fernández

Bombero de vocación, policía por necesidad y luchador por diversión, son las tres actividades que Juan oculta detrás de la máscara de Código Azul, aunque ayer luchó sin el rostro cubierto porque desapareció su vestimenta del reclusorio.

Desde hace tres años que llegó al Reclusorio Preventivo Oriente acusado de lesiones y abuso de autoridad decidió practicar la lucha libre y formar parte del equipo de internos que entrena Pentagoncito.

Las hurracarranas, las patadas voladoras, los castigos a las piernas, los golpes ficticios fueron parte del espectáculo que ofreció, junto con otros 26 deportistas, en el patio central del penal.

Ahí, la promotora de lucha libre Triple AAA colocó el cuadrilátero para que rudos y técnicos disputaran las peleas y convirtieran el penal en una arena, donde los reos y sus familias gritaban las decisiones polémicas del referí.

Código Azul fue el primero en arribar, a lado de Muerte Negra y Junior, enfrentó a Sombra, Fussio y Júpiter.

En la lucha estelar participaron Heavy Metal, Electro Shock y Gran Misterio...

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