Luce franelero servicio de lujo

AutorFernanda Carapia

No trae ni un cabello fuera de su lugar. Su vestimenta es similar a la de un catrín, sólo que en lugar de saco usa un chaleco naranja con antirreflejante. En sus manos, "La Promesa", de Edward Steward, le ayuda a pasar la jornada laboral como cuidacoches en Escorza y Prisciliano Sánchez.

"Adopté esto como una forma de trabajo y fue precisamente en este lugar, fui buscando mejores maneras de hacer esto más original porque me daba cuenta de que las personas que hacen esto no son personas respetadas, algunas porque se drogan o toman", asegura Leonel Vargas.

Él estuvo en ese grupo. A los 10 años, la calle fue su hogar. En casa aprendió un vicio: el alcohol, y lavar y cuidar carros fue el modo que encontró para mantener su adicción, pues trabajo que encontraba, lo perdía.

Pero un día, afirma, decidió dejarlo y la batalla comenzó. Estudió por su cuenta, aprendió a leer y escribir y el vicio quedó atrás.

Se refugió en la lectura, le gusta "El Bosque de los Pigmeos" de Isabel Allende y Stephen King. Cada que abre un libro se adentra y, relata, se convierte en el protagonista al echar a volar su imaginación.

El gusto por...

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