El liviano complemento del trabajo

AutorC.P.C. y C.I.A. Beatriz Castelán García
CargoAcadémica de la División de Estudios de Posgrado, FCA-UNAM
Páginas72-72
72
COLUMNA
MAYO 2015
EL LIVIANO COMPLEMENTO
DEL TRABAJO
HORIZONTES
C.P.C. y C.I.A. Beatriz Castelán García
Académica de la División de Estudios de Posgrado, FCA-UNAM
1 Álvarez, D. Javier. El trabaj o a través de la Historia. Febrero. 199 9.
Históricamente, el concepto de trabajo ha evolucio-
nado desde los albores de la humanidad cuando no
existía como tal, ha sta el gran per iodo griego donde
era considerado como un factor de inutilización del
cuerpo,1 alma e inteligencia para pract icar la virt ud,
ya que tenían un enfoque crítico sobre las act ividades
orientadas al dinero o a obtener una utilidad, pues las
actividades conforme al enfoque aristotélico debían
contribuir a formar el c arácter y el alma, por lo que el
tiempo de no trabajo (ocio), debería tener un beneficio
sobre el cual había de reflexionar, como elemento de
equilibrio de la vida.
Durante la edad media el trabajo continuaba sin verse
como algo valioso ni de transcendencia, y no es sino
hasta la época moderna y posmoderna cuando el con-
cepto de trabajo tiene un cambio radical para conver-
tirse en el centro de toda activ idad por ser una moneda
de cambio. La evolución ha sido tal que en la etapa del
capitalismo, y en consistencia con el planteamiento de
Adam Smith, es valorado como generador de plusvalía y
fuente de r iqueza.
Así, en la época actual, el trabajo ha sido llevado a la
enajenación y extenuación, inclusive con pla ntea-
mientos de adicción, razón por la que indudablemente
conviene hacer algunas ref lexiones de reaprendizaje y
readaptación de actividades paralelas que pareciendo
lejanas al tra bajo per se, pueden en cualquier momento
ligarse a las misma s. De esta manera, tenemos la apre-
ciación de placer de mirar el amanecer, de observar el
color de las flores, el follaje naciente de la primavera o
el ocaso del otoño, el canto matutino de los pájaros, par-
ticipar en un coro, escuchar buena música o inclusive
iniciar el aprendizaje de algo diferente que nos guste,
sin que ninguna de estas acciones tenga relación con
nuestro trabajo, pero que nos produce placer y enrique-
ce nuestro espíritu.
Es aquí donde surge la liviana relación de lo placentero
no útil con acciones futuras que pueden ser mejor anali-
zadas g racias a conexiones d iferentes y espontá neas del
cerebro humano, produciendo efectos inesperados. Un
caso de estos fue el planteado por Steve Jobs en 2005 en la
Universidad de Stanford como “conectar puntos” en don-
de plantea el recuerdo de que al decidir dejar de estudiar
en la universidad donde había ingresado, resolvió que
durante el tiempo de clases que tenía pagado ingresar ía
a las clases que considerara interesantes, lo que en com-
binación con su intuición y curiosidad lo llevó al curso
de “caligrafía”, el cual encontró bello y fascina nte por las
letras y sus tipos; desde luego, en ese momento no tenía
conexión con n ada.
Sin embargo, durante el proceso de creación de Apple
Computer ® había de constitui r la primera computado-
ra con bellos tipos de letra, que, inclusive serían copia-
dos por Micro soft® Windows™.
Decía él en esa ocasión que uno debe dejarse llevar por
la espontaneidad para involucrarse en activ idades que
nos gusten, ajenas a la utilidad inmediata, lo que tiene
conexión con el pensamiento griego y que, finalmente,
nos lleva a que debemos trascender e ir más allá de la
inmediatez porque quizá ahí se g uarda un tesoro para
una vida más rica pa ra nuestro espíritu indiv idual por
involucrar c onexiones de creativ idad origina les.
El trabajo en el tiempo actua l —si lo tenemos, dada su
escasez— si bien nos obliga a estar atentos al día con d ía
desde que despertamos y nos preparamos pa ra cumplir
con él, hasta que finalizamos con la jornada de activi-
dad, puede incluir actividades de cumplimiento comple-
mentario que nos impliquen simples y leves satisfaccio-
nes diarias que, además de mejorar nuestra actitud en
cualquier momento no esperado puedan producir cone-
xiones naturales inesperadas.

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