Lechugas al agua
| Autor | Dalila Carreño |
Enviada
PACHUCA, Hidalgo.- No necesitan tierra para crecer, sólo agua y nutrientes. A este sistema se le llama hidroponia.
Con un sistema tecnológico que es monitoreado 24 horas, los 365 días del año, un invernadero hidropónico en Pachuca, es el más grande en su tipo en América Latina y su producción diaria es de casi mil lechugas.
Éstas contribuyen en la alimentación de nueve mil beneficiarios del Banco de Alimentos para el Desarrollo Social (Badeso) y el perfil de ellos son niñas y niños, madres solteras y en etapa de lactancia, personas de la tercera edad y en general todos aquellos que perciben menos de dos salarios mínimos como ingreso, que radican en Hidalgo.
En un recorrido por el invernadero hidropónico, en donde el cultivo es posible por la absorción de nutrientes en agua en lugar de tierra, Jesús González, presidente de Badeso, explica que la manera en la que crecen las lechugas garantizan su calidad.
"Muchas (de las lechugas que se dan en tierra) tienen problemas de plagas, agusanamiento, de suciedad... La lechuga que nosotros producimos se maneja en canales independientes de riego, lo que permite que si llegamos a tener una enfermedad podamos sacar un canal y no pasa nada.
"Tenemos análisis mensuales por laboratorio externo de la calidad del agua, y también el análisis molecular de la calidad de la planta. Están libres de pesticidas, plaguicidas, no llevan ningún compuesto químico", explica González.
Incluso, el directivo dice que en el invernadero se ocupa lo último en tecnología a escala mundial que ya ha sido probada con éxito en países como España, Holanda, Estados Unidos y Australia.
"Tenemos un programa de mejora continua, acabamos de comprar extractores y calentadores para poder controlar todo el clima dentro del invernadero. Como banco de alimentos nos gusta vincularnos con gente que verdaderamente tiene lo mejor", asegura.
Además, se trata de un proceso amigable con el ambiente porque el agua, a la que se le colocan los nutrientes, entre ellos vitamina A y B, siempre se reutiliza, sin tocar el subsuelo.
Fundación Walmart donó un millón 71 mil 350 pesos para realizar el invernadero, que promueve la seguridad alimentaria en comunidades necesitadas, además de que se trata de un sistema replicable, productivo y sustentable.
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