El lago y el aeropuerto

AutorFabrizio Mejía Madrid

Los aztecas eran isleños. El agua los protegía del resto y, desde el mítico Aztlán hasta la creación de un lago artificial en su paso porTeotihuacán, siempre buscaron vivir sobre ella y usarla como medio de transporte y defensa. Por los cronistas de Indias sabemos que habían construido un dique de 16 kilómetros para separar las aguas saladas de las potables; también levantaron el Acueducto de Chapultepec. Pero la historia se repite en este país tartamudo: en 1488, el rey Ahuízotl ordena hacer uno nuevo para desviar las aguas del Río Churubusco, pasando por Coyoacán, pero el señor Cuauhpopoca y su consejo de sabios le advierten sobre los peligros de la obra. Para Ahuízotl el nuevo acueducto es un símbolo de poder y no tolera la crítica; siente que el señor de Coyoacán está poniendo en duda su sabia decisión. Los hechos se desencadenan en los siguientes años: Ahuízotl encarcela al señor de Coyoacán, se inaugura la obra hidráulica con dispendio en banquetes y sacrificios humanos, y la ciudad se inunda en 1502. El propio monarca muere al golpearse en la cabeza, revolcado por las aguas, en uno de los remolinos de la mujer-serpiente del lago. Desde ese año los mexicas le ofrendan al lago, justo en uno de los remolinos, el "Pantitlán", joyas. Cuando los españoles escuchan que se tiran riquezas al agua, emprenden la infructuosa búsqueda del célebre "Tesoro de Moctezuma".

Los españoles que conquistan la ciudad y matan a 300 mil guerreros mexicas que la defienden, invierten la relación con el agua: le temen porque, además de tener un miedo medieval al agua, saben que los aztecas usan las compuertas de agua como armas. Hernán Cortés empezó el sitio a la Ciudad de México-Tenochtitlán el 30 de mayo de 1521, después de que los aztecas le abrieran las compuertas para intentar ahogar a sus tropas. Cerradas las calzadas, bota 13 barcos de vela con 10 remos cada uno para lanzar la ofensiva final que durará 75 largos, hambrientos, húmedos y afiebrados días. Una epidemia de peste se desata. Entre las ruinas de la ciudad, el 13 de agosto -día de la rendición- aparece una mujer que pregunta dónde han quedado sus hijos. Es la mujer-serpiente que ha salido del agua -según el último presagio de la derrota- contenida en un remolino de fuego que circundó la ciudad. Su presencia dará origen al fantasma colonial de La Llorona. Se confunden las narraciones: los hijos muertos en el parto, los cadáveres que taponan las acequias, los sacrificados para que la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR