"Kakistocracia"

AutorJavier Sicilia

Se dice que surgió en el siglo XVIII, pero que adquirió carta de naturalización con la entrada que se encuentra en el Diccionario de sociología de Frederick M. Lumley en 1944, que la define como "un estado de degeneración de las relaciones humanas en que la organización del gobierno está controlada y dirigida por gobernantes que ofrecen toda la gama, desde ignorantes y matones electoreros hasta bandas y camarillas sagaces, pero sin escrúpulos". Aparece, después, dice Stathmó Akrópoli, en un artículo de 1974 del filósofo argentino Jorge García Venturini y en 2001 en el libro de Miche-langelo Bovero, Una gramática de la democracia. Pero no es sino hasta recientes fechas que muchos analistas, como Pablo Hiriart, Betty Zanolli o Peggy Noonan, han comenzado a ponerla de moda para definir cierto tipo de regímenes, como el de la autonombrada Cuarta Transformación, el de Trump o el de las dictaduras latinoamericanas actuales. Es, podría decirse, una forma moderna de lo que, según Zanolli, era la oclocracia, el "gobierno de las muchedumbres", término acuñado por Polibio de Megalópolis, antecesor de Tito Livio, en su obra Historias, para definir la corrupción de la democracia. Cuando el gobierno del pueblo, la democracia, comenta Zanolli a Polibio, comienza "a extralimitarse y a menospreciar las leyes, los valores y las costumbres, se transforma en oklos, lo que hoy podríamos denominar muchedumbre o masa enardecida, furibunda e irracional". En el momento en que la soberbia se apodera del pueblo "y comienzan a imperar la violencia y la anarquía" surge eso que hoy se define como kakistocracia, el más corrompido de todos los regímenes políticos porque implica "la degeneración extrema de toda constitución armónica de la sociedad".

No hay que darle demasiadas vueltas para ver en el gobierno de López Obrador la definición que hacen Lumley de la kakistocracia y Zanolli de la oclocracia. Sin embargo, esa forma de gobierno no es privativa suya, al grado de que, como lo piensan muchos, con la extinción de su régimen volveremos a recuperar la democracia. Nada más lejos de la realidad. El gobierno de López Obrador, en el que la kakistocracia ha llegado a manifestarse en formas extremas, es sólo uno de los múltiples síntomas de una enfermedad más terrible, la de una profunda crisis civili-zatoria que golpea a la humanidad y que viene de lejos. Sus primeros síntomas en México comenzaron a hacerse sentir con el gobierno de Salinas de Gortari, se agravaron con el de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR