La justicia lo acorrala

AutorMathieu Tourliere

A medianoche del 15 de junio de 2012, un mes después de entregar el poder y tal como lo establece la ley francesa, Nicolas Sarkozy volvió a ser un ciudadano común. Se le acabó la inmunidad que lo protegió de cualquier acción judicial durante sus cinco años en la Presidencia, en los cuales su nombre apareció en varias investigaciones judiciales.

Dos años más tarde, el pasado miércoles 2, las jueces Patricia Simon y Claire Thépaut, de la Unidad Financiera del Tribunal de Gran Instancia de París, acusaron a Sarkozy de los delitos de "corrupción activa", "tráfico de influencias" y "violación del secreto jurídico". Tales imputaciones forman parte de una investigación que las jueces iniciaron el pasado 26 de febrero.

Simon y Thépaut sospechan que Sarkozy organizó una red de informantes en las más altas esferas de la justicia y de la policía a fin de que le filtraran los avances de las investigaciones en las que se encuentra implicado.

"Paul Bismuth"

La publicación en línea Mediapart difundió en abril y mayo de 2012 dos documentos que revelaban la presunta aportación de 50 millones de euros del régimen libio de Muamar Gadafi, a la campaña de Sarkozy en 2007.

La revelación sacudió a la opinión pública francesa que siguió con interés el desarrollo de este escándalo, el cual implicó sobornos e involucró a un intermediario franco-libanés, al extesorero de Gadafi, a sociedades ficticias en Panamá, a personalidades cercanas a Sarkozy y por encima de todos al "hiperpresidente" que dirigió Francia entre 2007 y 2012.

Como consecuencia del caso conocido como "el financiamiento libio", los jueces Serge Tournaire y René Grouman iniciaron el 19 de abril de 2013 una investigación por "corrupción" contra Sarkozy. Ordenaron la intercepción de los teléfonos celulares de varias personas cercanas al expresidente, entre ellos Michel Gaudin, exprocurador de Justicia de París.

Muchas de las grabaciones de dichas intercepciones telefónicas fueron filtradas a la prensa, sobre todo a Le Monde y Mediapart. Esto hizo que los colaboradores de Sarkozy en la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido conservador, denunciaran una maquinación política.

Según una grabación divulgada por Le Monde, Gaudin llamó el 20 de junio de 2013 a Patrick Calvar, jefe de la Dirección Central de Inteligencia Interna. Le dijo que, según sus informaciones, esa dirección había interrogado ese día al exintérprete de Gadafi, Moftah Missuri, quien habría revelado lo dicho por el dictador: que pagó "una veintena de millones de dólares".

Gaudin dijo a Calvar lo que pensaba Sarkozy de las declaraciones de Missuri: eran inventos para obtener documentos migratorios que le permitieran quedarse en el país. Las afirmaciones del exintérprete eran...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR