Juan Gabriel: La génesis de sus canciones

AutorRoberto Ponce

LOS CABOS, BCS.- A las 10 de la mañana del 23 de junio de 1994 era la cita con Juan Gabriel en la suite presidencial del Western Regina, un nuevo y flamante hotelazo cuya propiedad, según rumores, pertenecía al expresidente Carlos Salinas de Gortari, frente al Mar de Cortés.

A las 9 y media salí a la playa para revisar los apuntes que preparé la noche anterior con versos de las letras de la oncena de canciones de su reciente álbum Gracias por esperar (BMG/Ariola), tras ocho años de no grabar. Como presagio celeste a mi entrevista con El divo de Juárez interpreté aquel anillo colorido, circundando el sol sudcaliforniano de verano, y una vez que su ayudante caradura me abrió la puerta de la alta habitación en el edificio lujoso diseñado por el arquitecto Javier Sordo Madaleno, coloqué mi grabadorcita de microcasét sobre una mesa de la amplia estancia.

En no más de dos minutos, Juanga apareció sonriente, fresco y repuesto, vestido con túnica hindú de seda, entonando una paráfrasis de "La noche de mi mal", de José Alfredo Jiménez:

"Proceso (en lugar de 'por eso')fue que me viste/ tan tranquilo/ caminar serenamente/bajo un cielo más que azul..."

Buen comienzo, pensé. El ídolo irradiaba algarabía:

-Siéntese y dígame, ¿de qué me quiere usted preguntar? Yo le contesto.

Bueno, respondí naïve, yo deseaba saber cómo había escrito cada pieza de Gracias por esperar, y si podría desglosarlas a la manera de John Lennon en la plática para Playboy de diciembre de 1980, "poco antes de que lo asesinaran en Nueva York, ¿recuerda?, aquí traigo mis apuntes..."

-Ay, mire usted, Roberto -con voz fastidiada me paró en seco-... Yo escribí esas canciones hace tanto tiempo que sinceramente ni me acuerdo.

Su retiro durante ocho años, dijo, se debió a que habían terminado los problemas con BMG para recuperar su patrimonio ante la Sociedad de Compositores y la Asociación Nacional de Autores. Se puso entonces a hablar del albergue para niños (la Casa Hogar SEMJASE) que fundó en Ciudad Juárez, Chihuahua, por 1987; la necesidad de que la infancia en México tuviera educación y sana alimentación, que por eso él era vegetariano, en fin: cosas que le interesaban, pero previamente publicadas por la prensa nacional.

Me sentí bateado. Por instinto de sobrevivencia periodística me aferré a mi plan original; mas de pronto, Juanga tomó la grabadorcita, tapó el micrófono y volteando a la puerta donde su asistente caradura, exclamó de mí:

-¡Qué terco es!

"Mire... 'Pero qué necesidad' la escribí en Los Ángeles, California, cuando estuve viviendo allí, por cierto que se me cayó mi casa con el temblor y yo dije: 'Bueno, ¿pero qué necesidad?'. No por eso la escribí, pues ya la había escrito antes. La escribí hace como un año, si me hubiera preguntado usted hace un año, Roberto, le hubiera contestado mejor. No, no recuerdo."

Nacido para triunfar

Mencionó que su verdadero nombre es Alberto, que tiene 7 letras...

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