Juan Ciudadano / CNDH sin rendir cuentas

AutorJuan Ciudadano

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pretende proteger los derechos humanos negando el derecho a la información. Una segunda incongruencia es que la Comisión hace rendir cuentas a los órganos del Estado en su respeto a los derechos fundamentales, pero sin rendir cuentas ella misma sobre la mayor parte de su trabajo.

La doble contradicción atenta contra los derechos humanos, por ser el acceso mismo a la información pública uno de ellos; pero además, por ser el acceso a documentos oficiales un medio para vigilar la protección de otros derechos fundamentales.

La probable respuesta del ombudsman José Luis Soberanes es que transparentan casi todo, salvo los expedientes de queja que no terminan en recomendación.

Pero si tomamos en cuenta que el 98 por ciento de las quejas no termina en recomendación, entonces la CNDH está negando, ni más ni menos, aquello que permitiría hacer una valoración de su trabajo.

Es decir, en sólo 2 de cada 100 ocasiones en que alguien presentó una queja por sentir sus derechos humanos violados, sabemos por qué la CNDH resolvió lo que resolvió.

La Ley de Transparencia es de creación posterior a la ley de la CNDH, y ésta última permite la reserva de expedientes, pero eso no disculpa a la Comisión de ajustar su marco jurídico y sus prácticas al principio de publicidad a que se ha tenido que ajustar todo el gobierno Federal.

Por el contrario, la CNDH usó ventajosamente su carácter de órgano autónomo para hacerse un reglamento de transparencia a la medida que le permitiera seguir trabajando bajo reglas de apertura informativa selectiva. La razón detrás de ello no son los "datos personales", pues estos quedan protegidos desde la presentación de una queja y nunca se dan a conocer.

El caso que mejor ilustra cómo la CNDH -con el consentimiento de la Corte- se resiste como puede a la apertura, es su respuesta a solicitudes de información planteadas por organizaciones de la sociedad como el Programa Atalaya del ITAM y Ronda Ciudadana, cuya misión es observar y evaluar el trabajo de la Comisión.

Un órgano del Estado creado para proteger los derechos humanos no es una instancia ubicada por encima del bien y del mal, por el contrario, es natural y deseable la existencia de críticos organizados de su trabajo.

Por ello es reprobable que tuvieran que pasar dos años, como lo explican Miguel Sarre y Sandra Serrano del ITAM, para que la CNDH aceptara de mala gana una solicitud de 208 expedientes concluidos en enero del 2003. El...

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