Jorge G. Castañeda / Sin matices

AutorJorge G. Castañeda

Las cosas han salido bien para Calderón en esta semana. Tanto en los hechos como en la percepción de la gente: ir a San Lázaro, cumplir con el ritual, las primeras decisiones -las importantes y las ligeramente populistas-, todo ha sido bien recibido. Y la sociedad mexicana ejerce su discernimiento de matices al entender que las cosas que pudieron no salir bien -el pleito en la Cámara- son responsabilidad del PRD y sólo de ellos; es difícil que alguien en México atribuya a Calderón la culpa por cualquiera de esos hechos bochornosos.

Sin embargo, la percepción internacional no es necesariamente la misma. Y no porque haya prejuicio en contra o por falta de comprensión. La razón de la mirada diferente reside, en primer lugar en la lejanía; dos, el relativo desinterés que existe por lo mexicano en estos momentos; y tres, porque el seguimiento de los sucesos no puede ser tan fino como para detectar matices. De ahí que se estén generando dos visiones sobre lo que pasa en México que son relativamente adversas para el país y que va a costar trabajo remontar. Como muestra un botón: la inasistencia de jefes de Estado el día 1o. (que no fue producto de Muñoz Ledo, ni del supuesto descrédito internacional provocado por Fox, ni del mal trabajo del equipo de Calderón, sino simplemente de circunstancias aleatorias en la mayoría de los casos). La inasistencia cerró la posibilidad de que fuera el presidente Calderón quien expusiera a sus colegas qué es lo que está pasando.

El primer reto -el institucional- es visto desde lejos con un cristal ligeramente borroso: el oso del Congreso nos hace parecer a todos los actores políticos como "bananeros". Para la comunidad internacional -cancillerías, corredurías, salas de redacción o centros de inteligencia públicos o privados- no se puede pedir que distingan entre diputados del PAN que tomaron la tribuna para evitar que fueran los del PRD, porque los del PRI no iban a meter las manos, y que entonces era mejor prevenir que lamentar, por lo que la culpa es del PRD aunque el PAN actuó primero para permitir la transición. Esto es difícil de comprender para cualquiera que no se dedica exclusivamente a escudriñar México y contribuye a la percepción de que México se parece cada vez menos a los otros países de la OCDE donde en teoría eso no sucede (aunque también pasa). No será sencillo ir reconstruyendo...

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