Javier Livas / Recuento electoral

AutorJavier Livas

Tengo la vivencia personal de una lucha durante casi 30 años por una ley electoral diseñada por y para los ciudadanos. No se ha logrado.

Entonces, estando a punto de salir la más reciente reforma, es momento de hacer un recuento de lo mucho bueno y lo mucho malo sucedido durante ese tiempo.

En 1985 estaba vigente la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LFOPPE).

El PRI-Gobierno era el organizador de las elecciones, el que contaba los votos y el que se asignaba los triunfos. La Oposición recibía diputaciones de partido por participar en una ingeniosa simulación democrática.

Tras la creación de la Asamblea Democrática Electoral en 1985 en Nuevo León, logramos cuando menos tener una Oposición unificada frente al PRI.

De allí salieron hacia todo el País ideas como las credenciales con foto, material electoral confiable y urnas transparentes. Más importante aún, la creación de una autoridad electoral ciudadana.

La elección presidencial de 1988, sin embargo, transcurrió bajo un nuevo Código Federal Electoral que ignoró todo eso.

Mi pronóstico de que ésas serían "elecciones de escritorio" se cumplió cabalmente.

Se "cayó el sistema" y Carlos Salinas llegó a la Presidencia con una elección en la que miles de actas de escrutinio falsificadas fueron decisivas.

Gracias a la presión internacional que logramos generar en la Oposición, Salinas se vio obligado a proponer y aprobar el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe). Allí se limpió el proceso en las casillas y surgió el IFE.

Pero hubo retrocesos importantes: nació un IFE sesgado, surgió el monopolio de las candidaturas a los partidos políticos y la oposición sin control del padrón.

En 1991, a medio sexenio, el PRI de Colosio se agandalló tanto a la Oposición, que se vieron forzados a dar reversa en las gubernaturas de Guanajuato y San Luis Potosí. Se inauguró la era de las concertacesiones, en las que el PRI parte y comparte y se lleva la mejor parte.

Los otros avances positivos vinieron por la presión del asesinato de Colosio; y de allí, en cadena, ya con otra composición del IFE más democrática, la derrota del PRI en el Congreso en 1997 y el triunfo de Fox en 2000.

Catorce años después, los dos sistemas electorales estatal y federal convergen bajo una sola ley general que desplaza al Cofipe. El PRI está de...

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