Javier Hurtado / Fox por Fox

AutorJavier Hurtado

En verdad cuesta trabajo entender a Fox. Podría decirse que se necesita ser Fox para comprender a Fox. Sin embargo, mucho me temo que ni el mismo Fox entiende a Fox. Para realizar la campaña publicitaria que actualmente tiene en los medios de comunicación se requiere estar profundamente convencido de que lo que se dice es verdad o, de plano, haber perdido por completo el juicio al ignorar la historia, provocar a sus adversarios y ofender a millones de mexicanos en la forma como lo hace. Peor aún, sólo un irresponsable, ingenuo o neófito en la política puede pensar que los diputados y senadores de la Oposición no le harán ninguna recriminación mañana, cuando rinda su Quinto Informe de Gobierno ante el pleno del Congreso de la Unión. Lo malo de todo esto es que por culpa de Fox quien saldrá perdiendo es la institución presidencial.

Sus spots publicitarios en la radio y la televisión torturan, agraden, insultan, agravian y ofenden. Da pena ajena que el Jefe del Estado muestre una ignorancia supina tal de la historia nacional; de lo que es y debe ser la conducta de quien ocupe ese cargo en una democracia presidencial, y de lo que es una democracia. Lamentablemente, las agresivas expresiones que está propalando a los cuatro vientos no son una más de las múltiples ocurrencias, desvaríos y cambios de opinión que le caracterizan. No, son el culmen de todas las ideas y concepciones que tiene sobre el País, sobre sus semejantes y sobre él mismo. La abigarrada síntesis de todo lo anterior viene a constituir una de las más lamentables expresiones de la vida pública en nuestro País. Es, a pulso ganado, la filosofía foxista elevada al rango de "filosofía" de Gobierno.

Sólo a Fox se le puede ocurrir decir "tú no elegiste a un rey o a un dictador, elegiste a un Presidente"... ¿de cuándo a acá los reyes se eligen?; ¿en qué País del mundo los ciudadanos votan para instalar dictadores, por primera vez, en el ejercicio del poder; y ¿en qué País, éstos se promueven diciendo que van a instaurar una dictadura? Además, cuando afirma lo anterior, implícitamente está afirmando que no es un Rey. Sin embargo, por otro lado, en una combinación de romanticismo e ignorancia política insiste en que él y su esposa integran una "pareja presidencial", figura propia de una república mandilona, ya que no existe ni en las monarquías constitucionales (en donde la Jefatura de Estado es unipersonal, los cónyuges son sólo consortes y ni siquiera la cama comparten) ni mucho menos en...

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