Jaque Mate/ Ley de antros

AutorSergio Sarmiento

"Debemos precavernos del hombre sin debilidades morales".

Lin Yutang

No deja de ser significativo que los Diputados de la Ciudad de México estén discutiendo una nueva Ley de Establecimientos Mercantiles, pero que los medios sólo le presten atención a la reglamentación de "antros" o "giros negros". Esto nos revela algo importante sobre las prioridades y los conflictos de la ciudad más grande del país.

Al discutir las reglas de apertura y funcionamiento de restaurantes, bares o centros de diversión, los Legisladores sólo deberían considerar dos tipos de factores: las medidas de seguridad para los parroquianos y el que no se afecten los intereses de los vecinos por difusión de ruido, por invasión de espacio de estacionamiento o por otras circunstancias.

La discusión, sin embargo, se ha encauzado más bien a temas morales. Se discute qué tipo de comportamiento se debe permitir a los clientes. Y ahí los políticos han seguido mostrando la estrechez de sus criterios.

Me queda muy claro que el incendio del centro de baile Lobohombo reveló que los lugares de diversión en la capital de la República, así como en otros lugares del país, no respetaban reglas de seguridad que deberían ser fundamentales. Pero de ahí se inició una persecución de lugares de diversión, particularmente los de carácter erótico, que no tenía nada que ver con cuestiones de seguridad.

La propuesta de nueva Ley de Establecimientos Mercantiles que se discute en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal es un valioso intento por darle un orden a un campo de reglamentación que se ha vuelto caótico. Algunas de las medidas que se proponen son razonables, pero otras nos muestran los intentos de los políticos por meterse en cuestiones que deberían ser decisión estricta del individuo.

Se ha propuesto, por ejemplo que las delegaciones limiten las horas de apertura de los establecimientos. Pero esta es una interferencia innecesaria en la libertad individual. Si los establecimientos tienen instalaciones que impidan la difusión del ruido, ¿por qué limitar su horario? ¿Por qué debe ser un burócrata el que decida hasta qué hora puede divertirse una persona?

Se ha propuesto también prohibir las barras libres. ¿Por qué? Si una institución comercial decide que ofrecer un servicio de barra libre es la mejor manera de atraer parroquianos, ¿bajo qué criterio se le impide? La responsabilidad sobre la cantidad de alcohol que beba una persona le corresponde a ella. Lo que sí debe exigir la autoridad...

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