Jaime Sánchez Susarrey / 1, 2, 3

AutorJaime Sánchez Susarrey

La veda, adefesio de la reforma electoral 2007, terminó y ayer iniciaron oficialmente las campañas por la Presidencia de la República. Con algunas diferencias, todas las encuestas serias coinciden en cómo arrancan: EPN primero, JVM segundo y AMLO tercero.

El promedio que arrojan seis encuestas (Reforma, Mitofsky, Excélsior, OEM, Milenio y El Universal) es el siguiente: EPN 47.6 por ciento, JVM 30.3 por ciento, AMLO 21.3 por ciento, Quadri 0.8 por ciento (estos porcentajes se obtienen sin contar los indecisos).

Llama la atención, en este caso, que las seis encuestas coincidan no sólo en el orden de arranque, sino también que converjan, grosso modo, en las diferencias porcentuales que separan a los contendientes.

De ahí se desprenden dos datos relevantes: el primero, Peña Nieto aventaja a Josefina Vázquez Mota con, al menos, 12 puntos.

El segundo, López Obrador se ha quedado relegado en el tercer sitio por una diferencia considerable, respecto de Vázquez Mota, que va del 6.2 por ciento (Mitofsky) al 12 por ciento (Milenio). Esto significa que

durante la veda electoral no se modificaron sustancialmente las posiciones ni la distancia que separa a tres de los candidatos. Es de esperar que las campañas tendrán una incidencia mayor en las tendencias.

Hay que advertir, sin embargo, que la contienda durará apenas 90 días, que las semanas santa y pascua verán disminuir la actividad política y que la ley electoral sólo contempla dos debates entre los candidatos presidenciales.

Dicho de otro modo, el tiempo que se tiene por delante es muy corto, además que la legislación prohíbe las campañas negativas. Lo que se traducirá en un bombardeo de spots que aportarán poca información (positiva o negativa) a la ciudadanía.

Si se compara lo que sucede hoy con lo que pasó hace seis años, dos datos resultan interesantes: la campaña en 2006 arrancó en enero con una clara ventaja de AMLO (39 por ciento) respecto de FCH (27 por ciento) y Roberto Madrazo (22 por ciento).

Pero a mediados de marzo, esas tendencias se habían modificado drásticamente: AMLO 34 por ciento, FCH 29 por ciento y RM 22 por ciento. Y hacia abril se registraba un empate técnico entre López Obrador y Calderón que se mantendría hasta el 2 de julio.

Para llevar la comparación hasta sus últimas consecuencias vale formular la siguiente pregunta: ¿qué habría pasado si la elección de 2006 se hubiese efectuado con la legislación actual? ¿Habría ganado, de todas maneras, Felipe Calderón?

Resulta...

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