Irma Naranjo a través de sus trazos

AutorJavier Ramírez

Irma Naranjo egresó de la Escuela de Artes Plásticas junto con Martha Pacheco, Javier Campos Cabello y Salvador Rodríguez, con quienes poco tiempo después formaría el Taller de Investigación Visual (TIV), grupo que a principios de los ochenta se propuso estudiar los fenómenos plásticos en el contexto social, económico, político y cultural. En las sesiones del taller, al que también pertenecían Miguel Angel López, Gabriel Mendoza y Jesús Rodríguez, se suscitaban fuertes discusiones en torno a la práctica del arte y la inserción de éste en las luchas populares.

En aquel momento Irma Naranjo no encontraba en la pintura su rumbo. El dibujo, en cambio, le ofrecía mayores posibilidades de desarrollo expresivo. En 1983 hizo algunos dibujos a tinta, donde aparecen personajes descarnados, en los que ya mostraba su preocupación por manejar los espacios y la composición, sin duda bajo la influencia de Javier Campos Cabello, quien ya había expuesto de manera individual una serie de pinturas en las que incluía líneas punteadas y flechas que indicaban un movimiento virtual.

Una vez disuelto el taller, Irma decidió estudiar y experimentar por su cuenta. En esa exploración, que abarcó no sólo cuestiones estéticas sino filosóficas, históricas, psicológicas y místicas, decidió que su camino en el arte era vía el dibujo, al que se dedicó de lleno.

Fue hasta 1989 cuando presentó su primera exposición individual en la galería Jorge Alvarez. Posteriormente expuso en el Ex Convento del Carmen, en 1990, donde expuso dibujos con carboncillo y grafito. En ese tiempo el dibujo había cobrado una especial importancia como expresión...

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