Investigar para tomar mejores decisiones

AutorDr. Fernando Arias Galicia
CargoInvestigador Emérito del Sistema Nacional de Investigadores - Profesor-investigador del Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Páginas36-39
Investigar para
tomar mejores decisiones
Investigar para
tomar mejores decisiones
dr. fernando arias galicia
Investigador Emérito del Sistema Nacional de Investigadores
Profesor-investigador del Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología de la
Universidad Autónoma del Estado de Morelos
ariasgalicia1969@prodigy.net.mx
Síntesis
La indagación desempeña un papel relevante en
las organizaciones empresariales y públicas del
país, pues posibilita ofrecer mejores productos
y servicios a la sociedad. Por ello, esta actividad
es un factor de primer orden en las áreas
administrativas de las entidades económicas y
dependencias gubernamentales. Empresarios,
directivos y funcionarios requieren de
la información generada por medio de la
investigación para fundamentar su toma de
decisiones y posicionarse en el mercado, o bien
atender las necesidades de la población.
La investigación tiene como objetivo generar
conocimiento para tomar mejores decisiones. No
se trata de acciones esotéricas llevadas a cabo
en laboratorios sosticados solamente, sino en
acciones cotidianas, las cuales deberían ser efec-
tuadas en todas las organizaciones. Sin embargo, en
muchas ocasiones las determinaciones se toman con
base en intuiciones, creencias, inclinaciones persona-
les, política o una “lógica” intuitiva.
A lo largo de mi ejercicio profesional he atestiguado
múltiples fracasos y errores costosos por no realizar
evaluaciones de las decisiones. Estas evaluaciones
son, en esencia, investigaciones, pues la meta es
generar conocimiento para decidir mejor en el futu-
ro. En numerosas ocasiones, inclusive, no se lleva a
cabo una evaluación de los resultados, ya que existe
arrogancia de los directivos; la idea es “¿cómo no va
a estar bien esta decisión si la tomé yo?”.
Narraré enseguida algunos casos tomados de mi
experiencia y mencionaré solo una decisión, de las
muchas existentes, con muy negativas repercusiones
en el ámbito nacional.
En una ocasión me llamaron de una empresa para ver
si podía ayudarles a disminuir la rotación de perso-
nal. Se trataba de una organización comercial con 35
sucursales en la Ciudad de México; vendían artículos
de ocina y escolares. Trataban de contratar a muje-
res jóvenes y de buen ver, como diría Cervantes, para
atender a los clientes, aunque en ocasiones para lle-
nar las vacantes también se veían forzados a cubrirlas
con señoras de 35 o más años; pero lo hacían a rega-
ñadientes, pues la orden dada por el director gene-
ral iba en el sentido de incorporar a féminas jóvenes,
como se dijo antes. La orden del ejecutivo para la
contratación de mujeres jóvenes fue: “Es ‘lógico’: si
un cliente es atendido por una mujer joven y guapa le
quedarán ganas de regresar”.
Los archivos son guardianes de la historia, consti-
tuyen minas de diamantes para el conocimiento. No
obstante, según mi experiencia, pocas son las per-
sonas con mente inquisitiva quienes sacan jugo a
la información contenida ahí. Tan importante es ese
conocimiento soterrado que ahora hay especialistas
en minería de datos y cientícos de datos (personas
dedicadas a obtener conocimiento de los archivos;
aunque cualquier persona puede hacerlo, pues el
ingrediente fundamental es la mente inconforme y
decidida a plantear preguntas trascendentes para
tomar mejores decisiones).
Regreso al caso de la rotación de personal. De con-
formidad con lo apuntado en el párrafo anterior, deci-
dí, con una ayudante, ir a los archivos y buscar en los
datos demográcos si había algo distintivo de quie-
nes duraban poco tiempo en la empresa. Analizamos
datos como edad, escolaridad, distancia del hogar al
lugar de trabajo, etc. Pronto surgió un patrón: quienes
permanecían poco tiempo en la organización eran
las personas jóvenes; en cambio, quienes permane-
cían más tiempo y vendían más eran las mujeres de
35 años o más. En otras palabras: durante años se
habían tomado decisiones al revés, en perjuicio de
la empresa.
Otro caso, nuevamente de una empresa que fabrica-
ba y vendía productos de cierta complejidad, tenía
sucursales desde Tijuana hasta Chetumal. Para con-
tratar vendedores les aplicaban pruebas psicológicas
alemanas y preferían a quienes obtenían mejores cali-
caciones en ellas bajo una idea ingenua: “Es lógico
que quienes salen mejor en las pruebas sean mejo-
res vendedores”. Los encargados de la selección no
eran propensos a contratar a quienes obtenías bajas
o medias calicaciones en dichas pruebas, aunque en
ocasiones se veían forzados a hacerlo para cubrir las
vacantes. Tenían rotación de vendedores; cada mes
era necesario incorporar a unos 20, quienes eran lle-
vados a la Ciudad de México durante un mes, al centro
de capacitación, para impartirles los conocimientos
necesarios sobre los productos.
Naturalmente, era necesario pagar los gastos de
transporte y estancia: hospedaje, alimentación, lava-
do de ropa, etc. Tenían nueve años con ese procedi-
miento. Al contratar un promedio de 20 vendedores
mensualmente si se toman 10 meses al año, son 200
vendedores y en nueve años tenemos 1,800 perso-
nas contratadas. Además de los desembolsos de
estancia de los vendedores, es preciso aumentar
los relativos a los capacitadores, las instalaciones, la
energía eléctrica, etc. Si se estiman los costos, ¡resul-
tan estratosféricos! A nadie se le había ocurrido veri-
car si el razonamiento ingenuo sobre las puntuaciones
en las pruebas era acertado o, en otras palabras, vali-
darlas: determinar si las puntuaciones altas realmente
indicaban los mejores vendedores. Propuse efectuar
una evaluación de las pruebas y, como ocurre con fre-
cuencia, pidieron una cotización. Cuando la entregué,
la exclamación fue: “¡No, es muy caro!” En esos casos
es preciso efectuar una estimación del benecio/cos-
to (nótese, no es de costo/beneficio, pues en este
caso se coloca el énfasis en el costo, lo cual es muy
común; en cambio, en la otra fórmula la atención se
coloca en el posible benecio).
Así, comparar los costos de los nueve años de tomar
decisiones con el precio de la asesoría resultó menos
de 1%. Por lo tanto, decidimos ir, nuevamente, a los
archivos. Encontramos, otra vez, decisiones al revés:
quienes permanecían menos tiempo en la empresa
y vendían menos eran quienes obtenían bajas pun-
tuaciones en la prueba e, igualmente, quienes las
obtenían altas. Los mejores eran los vendedores con
calicaciones medianas. Las razones encontradas:
para las personas con calicaciones bajas el puesto
era mayor a sus capacidades, pero era menor para
quienes resultaban con altas calicaciones. En ambos
casos los vendedores se frustraban al poco tiempo y
renunciaban. Recuérdese: eran productos de cierta
complejidad.
Para terminar con los ejemplos de decisiones toma-
das en dirección contraria a lo recomendable solo
con base en pensamientos ingenuos o en gustos
Estas evaluaciones
son, en esencia,
investigaciones,
pues la meta
es generar
conocimiento para
decidir mejor en el
futuro
36
DOSSIER
DOSSIER
37

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR