Invasión al mundo wixárika

AutorGraciela Zamora y Rodolfo Ambriz

Experto en religiones mesoamericanas y pueblos indígenas de México, el investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México asegura que las concesiones otorgadas por el gobierno mexicano a las mineras canadienses First Majestic Silver y West Timmins Mining representan una invasión y ponen en riesgo de destrucción un lugar sagrado y la persistencia de una cultura milenaria.

"Esto es bastante grave porque no se está tomando en cuenta el respeto por la religión ajena, se hace una abstracción total de esto, se ataca un complejo bastante grave y no se advierte que estos lugares son primordiales en la cosmovisión mesoamericana. Su importancia no sólo es religiosa, ya que los pueblos originarios los relacionan también con los aspectos económicos y sociales."

Una situación que tenemos que aprender los mexicanos, señala, es que somos un mosaico cultural. "Tenemos que respetar todos los puntos de vista, todas las concepciones del mundo, todas las religiones o la ausencia de religión, y eso todavía parece que no lo hemos aprendido; se da primacía a una sola forma de pensar, como si fuera la única y como si fuera la de todos, y no es esa la realidad mexicana".

El mará'akamé (sacerdote o chamán) don Asunción de la Cruz explica en entrevista que "el Cerro Quemado y todos los cerros de esa sierra, son nuestros dioses".

Ése es el altar principal de los wixaritari.

"En ese lugar orientamos a la gente; desde chiquilines les decimos: 'Cuando vengan, presenten su vela'. Así nos enseñaron nuestras mamas, nuestras abuelas. Por eso no queremos que la mina destruya a nuestra Madre Tierra, porque el oro y la plata y todo lo que está en su subsuelo son sus entrañas, son el corazón de nuestra madre. No vamos a permitir que acaben con nuestros dioses porque no queremos morir, queremos vivir todavía más como pueblo original que somos, queremos que vivan nuestros niños, nuestra familia, que se respete nuestra tradición", externa don Asunción.

De acuerdo con López Austin Wirikuta, es una proyección del axis mundi o eje cósmico: Es un lugar muy complejo donde está la sede de la circulación de las fuerzas y de los bienes, de este mundo hacia allá y del otro mundo para acá.

"Como todos los bienes se consideran derivados del mundo de los dioses, (Cerro Quemado) es la fuente de las esencias, los alimentos, de las riquezas en el sentido religioso, social y económico: es la fuente de todo", explica.

La cultura wixárika basa...

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