Revista Relaciones Internacionales dos décadas fructíferas

AutorVíctor Batta Fonseca
CargoCentro de Relaciones Internacionales. FCPyC. UNAM
Páginas505-515

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Introducción

El 17 de septiembre de 1973 se terminó de imprimir el primer número de la revista Relaciones internacionales, seis días después de que los militares chilenos, con el apoyo y la complicidad de la CIA, derrocaran y asesinaran al presidente electo Salvador Allende. 19 años después, en junio de 1932, sale a la circulación el número 54, justo cuando e! Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la Ley Torricelli, enmienda legislativa que pretende ser aplicada en terceros países con el objeto de endurecer el embargo comercial impuesto a Cuba desde los inicios de la década de los 60.1

Se dice fácil, pero durante esas dos décadas un grupo de internacionalistas mexicanos que trabajan en la UNAM ha tenido que sortear un sinnúmero de problemas de diversa índole con el fin de no desviar e¡ rumbo y lograr el objetivo planteado desde 1970por Víctor Flores Olea, entonces director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales: "Estudiar, en sus distintos campos, los problemas de tipo internacional, y difundir los resultados".

Las siguientes líneas tienen por objeto describir sintéticamente el contenido de estos 54 números de ia más importante revista especializada que existe en México sobre el estudio de los fenómenos internacionales, y una de las pocas en América Latina. Antes de pasar a esla empresa conviene describir brevemente el contexto internacional que sirve de marco al surgimiento de esta publicación en los inicios de la década de los 70 y compararlo con el escenario mundia! actual que está determinando la temática de los números más recientes.Page 506

Si bien en los dos acontecimientos tomados como ejemplo para iniciar estas notas, y pese a la distancia que los separa, se observa una sistemática política intervencionista del gobierno estadunidense y la abierta violación de los principios básicos de convivencia internacional -tales como la autodeterminación, la no intervención y el respeto a !a soberanía de tos países-, llama la atención que tal actitud persiste a lo largo de dos décadas.

Aunque la repetición, en términos estrictos, no es otra cosa que la recuperación cíclica de un acontecimiento ya producido con antelación, algunos de los hechos que actualmente se reiteran en la sociedad internacional -como ei persistente hegemonismo e intervencionismo y el resurgimiento de los conflictos nacionales- en estricto sentido no constituyen repeticiones textuales, sino variantes inéditas de obsesiones peligrosamente potenciadas. De otra forma no podrían explicarse las novedosas formas emergentes del fenómeno nacionalísta en Europa, caracterizado por sus fuertes rasgos paranoides y sus frecuentes componentes racistas.

Pero a pesar de estas aparentes repeticiones es un hecho que las condiciones internacionales se han modificado radicalmente durante el periodo señalado, al grado de poder contradecir a Silviu Brucan, ya que si bien el surgimiento de la Unión Soviética y la ampliación del bloque socialista no alteró la estructura de la sociedad internacional que emergió de la Segunda Guerra Mundial debido a su incapacidad para ejercer una influencia decisiva en el conjunto de la política mundial,3 su posterior desintegración y los procesos que desencadenó sí han modificado su naturaleza al provocar un reacomodo de las fuerzas políticas internacionales, proceso en curso desde finales de 1989 y principios de 1990.

1. Los 70

En los inicios de los 70 y 90 pueden anotarse una serie de diferencias cualitativas en el escenario internacional. En 1970 no solo estaba en su apogeo la Guerra Fría fomentada por el enfrentamiento ideológico entre los bloques socialista y capitalista, sino que desde el punto de vista militar el mundo era concep-tualizado como bipolar en la medida en que sólo dos potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, poseían arsenal nuclear y convencional equiparable. Henry A. Kissínger, teórico y ejecutor de la política exterior estadunidense durante esas fechas, lo describió en su famoso libro Política exterior americana: "En ia próxima década, ningún otro país o grupo de países será capaz de poner en peligro la supremacía física de bs Estados Unidos y la Unión Soviética. Evidentemente, ei vacío en poderb militar que existe entre los dos gigantescos países nucleares y el resto del mundo es más probable que aumente".4

Pero desde el punto de vista político y económico la sociedad internacional se resistía a quedar encajonada en estos dos bloques militares. La consolidación del poderío de la República Popular de China era tal que se volvió inevitabíe el incremento de su participación en los asuntos mundiales, So cual quedó de manifiesto con su admisión como miembro permanente del Consejo de Seguridad de ¡as Naciones Unidas en sustitución del régimen de Taiwán en 1972. También la participación política y la importancia económica de la Comunidad Económica Europea se vio incrementada como tal e incluso fue cada día más evidente la relativa independencia iniernacional de algunos de sus miembros en relación con las posiciones estadunidenses.

Por lo que respecta a los países en Vías de desarrollo", "subdesarrollados" o del "Tercer Mundo",Page 507 a partir de los 70 aumenta considerablemente su participación en si seno de la Organización de las Naciones Unidas, preponderantemente en la Asamblea General, y prclifera la formación de bloques políticos y económicos (Movimiento de Países No Alineados, Grupo de los 77 y otras asociaciones de productores del tipo de la Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo) que buscan defender sus intereses frente a la crisis económica internacional que ios afecta, así como participar más activamente en las decisiones políticas internacionales.

No sin reproches, Kissinger describe el escenario de los 70 asegurando que:

"La bipolaridad militar no sólo ha fracasado en su intento de prevenir la mullipolaridad política, sino que en realidad la ha aumentado. Los aliados más débiles tienen buenos motivos para creer que su defensa posee un decisivo interés para su socio más fuerte. De ahí que no sientan la necesidad de comprar su apoyo por medio de una aquiescencia a su política. Las nuevas naciones se sienten protegidas por ta rivalidad existente entre les dos superpotenciss, y su nacionalismo conduce incluso a más audaces afirmaciones de terquedad"

De tal suerte que al conjuntarse una serie de factores políticos y económicos y agudizarse los desequilibrios del sistema capitalista internacional, asi como las desigualdades económicas entre los países del norte y del sur (proceso acebrado con la quiebra del sistema monetario intemaciona! prevaleciente desde los acuerdos de Bretton Woods), se

gestó un amplio movimiento encaminado a reformar las injustas estructuras internacionales, una de cuyas acciones más destacadas fue la aprobación, por ¡a Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, el 12 de diciembre de 1974 6

Finalmente, desde el punto de v¡s!a económico puede decirse que a partir de 1971, cuando Eslados Unidos decreta la inconvertibilidad áurea de! dólar, se inicia una larga fase de inestabilidad en las relaciones internacionales, de la cual aún no hemos salido. En efecto, a pesar del reagrupa-miento político y la reconversión que se presenia en el seno de los países desarrollados y del debilitamiento de las articulaciones políticas ensayadas por las naciones en desarrollo durante los 80, la demanda por una reforma de tas estructuras internacionales se mantiene hasta la fecha,

II Los 90

Pero, ¿cuates son los prtncipaies cambios cualitativos que pueden observarse en la escena internacional entre tos 70 y los 90? Sin hacer un análisis exhaustivo podemos anotar las principales transformaciones que caracterizan al mundo de nuestros días, a raíz de tos acontecimientos que provocó la perestroika en las relaciones Unión Soviética-Estados Unidos, en Euopa y el mundo:7 1) El desvanecimiento del ambiente de Guerra Fría y la ruptura de la bipolaridad militar, promovida por las iniciativas de desarme de Gorbachov, 2) La desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la consecuente disolución del Pacto de Varsovia; 3) La formación de poderosas zonas económicas dirigidas por los tres principales centros financierose industria-Page 508 les del mundo; Estados Unidos, Alemania y Japón;

4) La crisis de las Naciones Unidas, que ha tratado de ser capitalizada por el gobierno estadunidense para usarla como escudo diplomático en sus implacables guerras contra pueblos de la periferia, y

5) La manifestación de la crisis económica a través de guerras comerciales, tecnológicas y financieras, en donde sobra decir que los países subdesa-rallados nuevamente serán los perdedores,

Resulta obvio que gracias a estas transformaciones Estados Unidos busca colocarse como el centro hegemónico de este "nuevo orden mundial" y que por ello se sienta nostalgia y preocupación en virtud de la ausencia del contrapeso que la Unión Soviética desempeñaba en los asuntos mundiales. En síntesis, arribamos al fin del milenio marcados por agudos problemas internacionales, una creciente...

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