Iniciativa parlamentaria que expide la Ley General para la Protección de los Animales Domésticos., de 26 de Agosto de 2014

Que expide la Ley General para la Protección de los Animales Domésticos, recibida de la diputada Rosa Elba Pérez Hernández, del Grupo Parlamentario del PVEM, en la sesión de la Comisión Permanente del martes 26 de agosto de 2014

La que suscribe, Rosa Elba Pérez Hernández, diputada de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, con fundamento en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como 6, fracción I, y 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a la consideración del pleno de esta honorable asamblea la siguiente iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General para la Protección de los Animales Domésticos al tenor del siguiente

Planteamiento del problema

En nuestro país, existen diferentes tipos de problemas respecto a la protección de los animales domésticos que varían en sus causas, naturaleza y gravedad de acuerdo a la gran diversidad de especies. Es menester de esta soberanía crear un marco normativo que atienda las lagunas que existen en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y la Ley Federal de Sanidad Animal. Exposición de Motivos

No obstante que el honorable Congreso de la Unión ha legislado en la materia, estableciendo disposiciones en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la Ley General de Vida Silvestre y la Ley Federal de Sanidad Animal, éstas son insuficientes para la protección de los animales domésticos.

En dichas circunstancias, se hace necesaria la aprobación de un marco normativo que dé cauce a la obligación de la nación de regular en beneficio social el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de cuidar de su conservación y lograr el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana, establecida por el artículo 27 constitucional. Cabe señalar que la iniciativa de Ley General para la Protección de los Animales Domésticos en ningún momento otorga “derechos” a los animales, sino que reconoce que los animales forman parte de los recursos naturales renovables y son sujetos de propiedad, limitándose a la promoción de su buen uso y aprovechamiento racional en favor de la sociedad.

Por ello, esta iniciativa de ley, en tanto que es general, no sólo cubrirá las lagunas existentes, sino que dará un marco de referencia a las legislaturas de los estados para emitir leyes, en el ámbito de su competencia, que sean congruentes, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 73, fracción XXIX –G y fracción XXX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En nuestro país existen diferentes tipos de problemas de protección de los animales domésticos que varían en sus causas, naturaleza y gravedad de acuerdo a la gran diversidad de especies domésticas y no domésticas, y al uso que se hace de ellas. En la mayoría de los casos, las causas de esos problemas se deben a la percepción errónea que la gente tiene acerca de que los animales no son capaces de sufrir, sentir dolor, y padecer estrés.

Como resultado, es común que se desarrollen actitudes negativas hacia ellos, lo que finalmente se refleja en conductas de crueldad y negligencia. En otras situaciones, las conductas irresponsables de las personas hacia los animales no se deben a la negligencia o indiferencia, sino a la ignorancia o falta de información técnica sobre el impacto que el maltrato a los animales puede tener (i.e. ético, económico, confiabilidad en la experimentación, pérdida de la biodiversidad, problemas de salud pública). Además, la ausencia de legislación sobre el cuidado y trato a los animales, así como la falta de sanciones, hace que muchas personas actúen con indiferencia hacia muchos de estos problemas.

Lograr un equilibrio ecológico y un medio ambiente sano debe ser una de las prioridades en las tareas de todo gobierno. Dentro de esas funciones se incluye el cuidado a las especies animales a efecto de evitar la crueldad en su contra y pugnar por una sociedad más responsable.

Ahora, es nuestro deber elaborar un marco legal adecuado para erradicar la crueldad animal y atender las necesidades de protección de los animales domésticos, considerando que la cultura de un país también se nota en el trato que se da a todos los seres vivientes.

En nuestro país es todavía común que los animales no cuenten con el mantenimiento y alojamiento adecuado de acuerdo a sus necesidades biológicas. Dentro de los principales problemas de protección de los animales domésticos relacionados con el mantenimiento, cuidado y alojamiento están: No proveer de alimento y agua en calidad y cantidad suficientes de acuerdo a lo requerido por las diferentes especies; Negligencia e ignorancia por parte de los propietarios al tener instalaciones inadecuadas tales como mal diseño de pisos, paredes, techos, los cuales afectan gravemente la salud de los animales; Negligencia e ignorancia por parte de los propietarios al no proveer a los animales de espacios mínimos requeridos por la especie; Indiferencia y negligencia por parte de los propietarios al no contar con un calendario adecuado de inspección por parte de un médico veterinario; Negligencia por parte de los propietarios al no contar con medidas de seguridad adecuadas que eviten que los animales escapen y pongan en peligro a los demás animales y a las personas; Lastimar a los animales cuando estos requieren ser sujetados o atados ocasionándoles en muchas ocasiones heridas o estrangulamientos, y Negligencia e ignorancia por parte de los propietarios al no separar a los animales dependiendo de su sexo, edad y condición. Maltrato deliberado en todos los animales.

Además, la sobrepoblación de los animales puede generar no sólo problemas ambientales, sino de salud pública y de convivencia, principalmente por ataques de animales que no se encuentran bajo el cuidado de personas responsables. Otra de las consecuencias de la sobrepoblación son las enfermedades zoonóticas que se generan por el contacto directo con animales que no reciben una atención veterinaria adecuada.

Según datos de los servicios de salud pública del Distrito Federal, existen alrededor de 120 mil perros callejeros, mismos que producen de mil 80 a mil 800 toneladas mensuales de heces, lo que puede derivar en contaminación ambiental o de alimentos y, por ende, en enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Además, anualmente se atienden entre 16 y 18 mil personas por mordeduras de perros.

Cabe agregar que en 3 de cada 10 casas hay un perro confinado, amarrado o viviendo en la azotea, mientras que sólo 10 por ciento tiene dueños responsables (el resto pasa la mayor parte del tiempo en la calle sin los cuidados ni las vacunas necesarias). En el Distrito Federal, por ejemplo, tan sólo en dos años la Brigada de Vigilancia Animal atendió 7 mil 13 denuncias relacionadas con el maltrato animal, animales agresivos, entregas voluntarias, rescate de animales y animales silvestres y de compañía que causan molestia a la población, canalizando 587 animales a los centros de control canino por haber causado lesiones a personas. 1

A lo anterior se suman maltratos como los infligidos a los animales que se utilizan para carga, tiro o monta, que es sabido que no se les considera animales domésticos como tal...

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