El IMSS, en urgencias y sin oxígeno

AutorJuan Carlos Cruz Vargas

Como nunca en su historia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) prácticamente opera entre ruinas. El déficit de hospitales y camas se combina con una demanda creciente de los trabajadores afiliados, el "robo hormiga" que va desde medicamentos hasta aparatos electrónicos en los nosocomios, y el hecho de que a los médicos ya no les conviene laborar en el sector público.

Para colmo, el sismo de septiembre de 2017 devastó ocho hospitales en Morelos, Puebla, el Estado de México y la Ciudad de México, lo que provocó mayor presión en la cobertura de servicios.

De acuerdo con datos del IMSS, el indicador de camas censables por cada mil derechohabientes adscritos a un médico familiar se desplomó en 27.8% entre los años 2000 y 2018. Ahora está en el nivel históricamente bajo de 0.69 camas por cada mil usuarios. A esto se suma que a causa de ese temblor 944 camas quedaron inoperantes. Es decir, el IMSS cuenta con menos de la mitad que el resto del sector salud, que registra 1.5 camas, en tanto que el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alcanza las 4.7 camas por cada mil personas. El déficit del IMSS se calcula en 192 mil 908 camas.

En un recorrido por diferentes hospitales del instituto se comprobó que la mayoría de las Unidades Médicas Familiares (UMF) o unidades de primer nivel, se hacen largas filas para conseguir una consulta, se debe esperar horas, muchos no alcanzan cita y los afortunados alcanzan ver a su doctor familiar durante unos 15 minutos, para volver a verlo, con suerte, en dos meses.

Al área de urgencias de hospitales de segundo nivel llegan personas en estado crítico, que los fines de semana, cuando hay menos médicos, así como en los cambios de turno, corren serios riesgos de fallecer. La atención administrativa suele demorarse y mostrar poca sensibilidad hacia los familiares desesperados porque se atienda a los pacientes.

Fundado en 1943, el IMSS atiende a más de la mitad de la población del país, pero le faltan 94 mil 516 médicos para alcanzar el promedio de la OCDE.

El promedio de médicos en contacto con el paciente por cada mil habitantes de las naciones de ese organismo es de 3.4, mientras que el IMSS cuenta con 1.44. Y en cuanto a personal de enfermería, el promedio de la OCDE es de nueve por cada mil habitantes, mientras el instituto sólo dispone de 2.7.

La población media por médico familiar del IMSS es de 3 mil derechohabientes, pero hay consultorios hasta con 5 mil derecho-habientes adscritos y otros con sólo mil, de acuerdo con su ubicación.

Ante el incremento de la población asegurada, el rezago en el personal se extiende a otras áreas. De 2001 a 2017 los empleados de trabajo social disminuyeron 0.78 a 0.65 por cada mil asegurados; los de servicios auxiliares y de diagnóstico, de 0.45 a 0.38 en el mismo lapso; mientras que los especialistas en nutrición se redujeron de 0.29 a 0.22 por cada mil derechohabientes.

Víctor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del IMSS explica en entrevista: "Tenemos casi 0.7 camas por cada mil derechohabientes. Si quisiéramos alcanzar la media del país tendríamos que duplicar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR