IDEAS CON VALOR / ¿Hacia dónde va Yucatán?

AutorAlejandro Legorreta

"Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pase, otras hacen que suceda" -Michael Jordan

Esta es una historia verídica que ocurrió hace poco más de tres años. Un joven político quería reunirse conmigo justo después de haber sido nominado por su partido como el próximo candidato. Conozco bien la rutina: el político solicita la reunión directamente o a través de un tercero de confianza; previo a la cita, el político se informa acerca de los intereses del empresario y el empresario analiza las posibilidades reales del candidato de ganar la elección; durante la reunión, la plática gira en torno a cuestiones genéricas sobre la oferta política del candidato, el futuro de la demarcación en disputa y los retos económicos propios de la industria del empresario; después de la reunión, el empresario evalúa si le brindará el apoyo que el candidato seguramente solicitó al final de la conversación y el político trata de dar seguimiento a la solicitud sin mostrarse desesperado.

No obstante, en esta ocasión la rutina se rompió, si bien es cierto que ya tenía una muy buena relación con esta persona desde hacía algunos años, también es cierto que no dejó de sorprenderme su petición, más aún cuando estábamos por comenzar un periodo electoral. El candidato no quería dinero, tampoco una "beca" para alguno de sus colaboradores de campaña, ni siquiera un "patrocinio" para una encuesta. El candidato quería que lo ayudara a entrar en contacto con mi amigo Juan Pardinas y el equipo profesional del IMCO para que le explicaran qué acciones necesitaba realizar para que el municipio que buscaba gobernar alcanzara la máxima calificación en el Índice de Información Presupuestal Municipal que el IMCO elabora anualmente. Quería que su municipio se convirtiera en el más avanzado en transparencia en todo México. El municipio en disputa era Mérida y el candidato era Mauricio Vila. Estábamos a escasas semanas de que arrancaran las campañas para renovar los ayuntamientos y lo que obsesionaba a este joven político era que el municipio que aún no gobernaba rindiera cuentas sobre el ejercicio de sus recursos mejor que ningún otro en todo México.

Por supuesto que hice todo lo posible para que el equipo de Mauricio se informara y aprendiera de las mejores prácticas en transparencia y rendición de cuentas, pero el mérito de los resultados que obtuvieron en los años posteriores a esta curiosa reunión es todo de ellos. Tras vencer en la elección a un candidato...

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