El hombre de la cabeza de paja

AutorHéctor Tajonar

Considerado un farsante por sus propios correligionarios, el representante del Partido Republicano para contender en las elecciones presidenciales de noviembre padece una psicopatía que se ajusta perfectamente a la descripción que Theo-dor Adorno hiciera de la "personalidad autoritaria": Rigidez mental normada por convencionalismos, estereotipos y prejuicios; agresividad, rudeza y destructividad hacia lo que no se ajusta a su estrecha visión del mundo, exigencia de obediencia ciega y hostilidad ante los que se niegan a someterse; intolerancia, xenofobia, racismo, discriminación social, cinismo, pensamiento primario negado a la abstracción, el raciocinio y la imaginación, así como egocentrismo y megalomanía desaforados. Todas y cada una de estas características han sido demostradas de manera reiterada y grotesca por Trump desde las elecciones primarias hasta ahora. Ello lo conforma como un "individuo potencialmente fascista" (Adorno et. al., The Authoritarian Personality).

Además del gesto y la personalidad autoritaria, el multimillonario neoyorquino comparte con Mussolini los métodos de la propaganda fascista. Al igual que II Duce, Trump despotrica contra los "intrusos" (mexicanos) y "enemigos" (musulmanes), se burla de los que percibe como débiles y estimula la violencia de sus huestes contra quienes consideran "enemigos internos" (la agresividad contra sus críticos y contra los que protestan en sus mítines), el desprecio por las normas de civilidad en el discurso político (la alusión al ciclo menstrual de una periodista de Fox News o a la "gordura y horrible cara" de Hillary Clinton), la concepción mesiá-nica de sí mismo ("Nadie conoce el sistema mejor que yo, por eso yo solo puedo arreglarlo.") y su desdén por las instituciones democráticas.

El discurso del plutócrata populista en la Convención Republicana responde a las características fundamentales de la propaganda fascista, también analizada por Adorno. Es una propaganda personalizada, no objetiva, basada en la manipulación de la realidad y de las masas. El discurso de estos demagogos es vacío, "la propaganda misma constituye el único contenido y funciona como una forma de satis/acción del deseo", alimentando las pulsiones más bajas de los electores. Se ofrece una gran transformación (Mofee America great) sin explicar cómo lograrlo ni con qué consecuencias (Ensayos sobre la propaganda fascista).

Siguiendo esa línea, la estrategia de campaña de Trump está basada en cuatro puntos...

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