Transgresión e hipocresía del Imperio

AutorHéctor Tajonar

Prepotencia contra dependencia. La cautela de la respuesta mexicana al espionaje contra las más altas autoridades del país tiene una doble explicación: la abrumadora dependencia de la economía mexicana, y el temor. ¿Qué pasaría si se filtraran las conversaciones de Calderón y Peña Nieto? Mejor no moverle.

La transgresión y la hipocresía del imperio han vuelto a ser palmarias por las recientes revelaciones de Edward Snowden y las declaraciones de tres exagentes federales de Estados Unidos sobre el asesinato de Enrique Camarena. El país más poderoso del orbe ha sido exhibido como el campeón del espionaje global, en violación flagrante del derecho internacional, la soberanía de países aliados y las libertades civiles que sustentan su credo democrático.

Las declaraciones publicadas en Proceso (1928 y 1929) reviven y profundizan el escándalo Irán-Contras al implicar a la Agencia Central de Inteligencia en la tortura y asesinato en México del agente de la DEA, además de registrar la posible complicidad de la CÍA con el narcotráfico. Abunda información que confirma o complementa lo publicado por este semanario.

En marzo de 1990, The New York Times difundió un reportaje especial titulado La CÍA y la guerra contra las drogas, en el que destaca las reservas del órgano de inteligencia para colaborar en el combate al narcotráfico, negándose a compartir con otras agencias de su país información relacionada con las drogas. Sobre el secuestro y asesinato de Enrique Camarena, se menciona que, en 1987, la DEA confirmó que el nar-cotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo era protegido de la Dirección Federal de Seguridad, y que enviaba armas y dinero a la Contra nicaragüense, apoyada por la CÍA.

En agosto de 1996, Gary Webb, ganador del premio Pulitzer, escribió una serie de artículos (en el San José Mercury News) que después reunió en el libro Darfe Alliance: The CÍA, The Contras and the Crack Cocaine Explosión, donde manifiesta que la venta de cocaína durante la década de los ochenta, en Los Ángeles, estaba relacionada con el envío de millones de dólares a la Contra nicaragüense. El entonces inspector general de la CÍA ordenó una investigación sobre el presunto papel de la agencia en el tráfico de cocaína durante la administración Reagan, cuyos resultados fueron dados a conocer en 1998.

El Reporte Hitz señala que, en 1981, la Alianza Democrática Revolucionaria de Nicaragua (Adren) colaboró con la CÍA para derrocar al gobierno sandinista y que el liderazgo...

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