El hemiciclo y "El Caballito" cadena de errores

AutorJudith Amador Tello

La restauración del Hemiciclo que honra la memoria del presidente Benito Juárez, en la Alameda Central, lleva irremediablemente a El Caballito, ubicado a unos 600 metros de distancia.

Aunque se ha popularizado la idea de que Benito Juárez no sabía cabalgar, lo cierto -según el historiador José Antonio Crespo- es que un caballo le salvó la vida, cuando Maximiliano de Habsburgo ordenó a Miguel Miramón juzgarlo y matarlo. El investigador de El Colegio de México relata en su libro Contra la historia oficial, que Miramón, confiado en que el presidente liberal no sabía montar, pensó que lo sorprendería y cumpliría la orden pero Juárez "escapó a galope apenas quince minutos antes de la llegada de Miramón".

Ahora, a 150 años de aquel suceso, ningún caballo salvó al prócer de la Reforma.

La experiencia con la restauración realizada en 2013 a la estatua ecuestre de Carlos IV, llamada popularmente El Caballito, que le provocó daños irreversibles, no protegió al Hemiciclo a Juárez de una situación semejante, pues según un grupo de restauradores de distintas instituciones -egresados todos de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía "Manuel del Castillo Negrete" (ENCRyM) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)-, el conjunto monumental ha sido mal intervenido, y devolverlo a su anterior estado podría dañarlo aún más y es costoso.

Atribuyen los errores en primer término a las urgencias por dejar "limpio" el monumento para la ceremonia que realizaría Enrique Peña Nieto el 21 de marzo pasado en el sitio, con motivo del 210 aniversario del natalicio de Benito Juárez, que finalmente se hizo en Palacio Nacional. Y en segundo lugar, por no haber elegido para los trabajos a especialistas en la restauración de bienes muebles, quienes de acuerdo a la formación profesional que reciben en la ENCRyM saben cómo intervenir materiales como el mármol y los metales.

Cabe recordar que también fueron restauradores quienes en su momento denunciaron los daños provocados a El Caballito por la empresa Marina Restauración de Monumentos. A decir del grupo de especialistas entrevistados ahora -quienes pidieron omitir sus nombres por temor a represalias- la experiencia sufrida con El Caballito no valió para el caso del Hemiciclo.

El gobierno de la Ciudad de México contrató en esta ocasión a la empresa Me-garquitectos, S.A. de C.V., dirigida por el arquitecto Gabriel Mérigo Basurto, reconocido en el ámbito académico y de la arquitectura pero no en el de la restauración de bienes muebles, lo cual -dicen- se evidenció en los resultados. En un recorrido por el lugar mostraron a Proceso las...

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