La hambruna que se vislumbra

AutorAlejandra Ancheita

Son varios y diferentes los factores que generan tal tragedia pero, antes de ir a ellos y a los datos, conviene no perder de vista lo central de esto: estamos hablando de que, con todos los conocimientos, avances y recursos disponibles en el mundo, seguimos limitando de la actividad básica y mínima de supervivencia humana a un importante grupo de seres humanos: llevar alimento al estómago para todas y todos en este planeta.

De los muchos y muy complejos problemas que tenemos como humanidad, y aun con los siglos (literal) de discusión sobre el tema de la escasez de alimentos, no hemos sido capaces de construir un mundo donde el acceso garantizado a la comida deje de ser un problema. Y no es un problema de disposición de alimentos, sino de concentración de poder y de avaricia empresarial.

En ocasiones volteamos a ver otros temas que nos asaltan y preocupan, y que a las corporaciones les interesa posicionar, pero con increíble frecuencia dejamos de lado lo más elemental y básico, como el acceso a la alimentación que nos permita vivir, individual y socialmente.

Podemos comenzar por los problemas que sobre este tema trajo la pandemia del covid: la pérdida de ingresos, sobre todo entre quienes tienen trabajos informales y precarios, afectó más a quienes tienen menos, dificultando el acceso de muchas personas a alimentos básicos y de calidad.

Las complicaciones económicas que el virus generó también han venido generando problemas de inflación en los precios de los alimentos al consumidor, lo que también afectó de manera desigual a las sociedades, con un efecto más devastador para quienes se ubican en las capas bajas de ingreso.

También sabemos, gracias al reporte mencionado, que 70% de los países de ingresos medios y bajos se ven afectados por el cambio climático o conflictos sociales en general, donde la migración o los desplazamientos generan golpes severos a la economía personal y familiar.

En ese sentido, del reporte se destaca que 41% de los países (38 de 93 analizados) presenta también un alto grado de desigualdad de ingresos en su interior, lo cual agrava las condiciones de acceso en los sistemas alimentarios de los países para todos sus habitantes.

El paradigma actual de la producción y distribución de alimentos requiere de una profunda transformación que elimine el acaparamiento de unos cuantos corporativos trasnacionales y que permita un acceso justo y de calidad a los productos del sistema agroalimentario mundial a las mayorías más...

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