Guerra sucia, reforma electoral y apertura al mundo
| Autor | Sergio Aguayo Quezada |
| Páginas | 192-247 |
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VII. GUERRA SUCIA, REFORMA ELECTORAL
Y APERTURA AL MUNDO
Luis Echeverría sacudió al sistema político y confundió al país con su
metamorfosis, su dispersión y sus incongruencias. De disciplinado buró-
crata pasó a ser un agitador decidido a transformar a México y al mun-
do. Auspició una apertura democrática, pero autorizó la eliminación
física de opositores y cerró Excélsior, símbolo de la libertad de expre-
sión. Al nal, dejó al país sumido en el escándalo y en una crisis nan-
ciera. Con todo, la apertura sí abrió resquicios a la sociedad.
Después llegó José López Portillo, quien dilapidó la bonanza petrolera
y reprimió a opositores, pero auspició la reforma electoral de 1977 como
respuesta a las protestas de la última década, e incorporó a la iz quier da
en la disputa del voto.
Los dos presidentes se embarcaron en una política exterior activista
que tuvo, entre sus consecuencias inesperadas, la apertura de un boque-
te a la muralla que nos aislaba del mundo.
LUIS ECHEVERRÍA Y LA VIOLENCIA
El discurso de toma de posesión de Luis Echeverría como candidato
está lleno de lugares comunes. Nadie anticipaba lo que vendría.
[…] Soy y siempre he sido hombre de Partido. Nunca he dejado de militar
en las las de la Revolución, que ahora me honra con el supremo encargo
de representarla en la próxima jornada cívica. He aceptado esta responsa-
bilidad en nombre propio y en el de una nueva generación que emerge a la
vida nacional y hará su parte en el destino de México.
Democracia es sinónimo de desarrollo político. En nuestra época la
demo cracia mexicana logra la elección directa de los funcionarios, incor-
pora a la mujer al sufragio, crea un sistema para favorecer la representa-
ción de los partidos minoritarios, perfecciona los procedimientos electora-
les y otorga el voto a los jóvenes, a partir de los dieciocho años. La evolución
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GUERRA SUCIA, REFORMA ELECTORAL Y APERTURA AL MUNDO
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política, en realidad, ha ido a paso rápido, paralelo al vigoroso impulso del
desarrollo social y económico.
[…]
Casi tres millones de jóvenes obtendrán la ciudadanía gracias a la refor-
ma constitucional promovida por el presidente Díaz Ordaz. La juventud no
sólo es esperanza, sino realidad y presente […]
Ya lo hemos dicho y éste es el mejor momento para destacarlo: la
Revolu ción Mexicana, la Constitución de 1917, no apuntan a la derecha, a
la iz quierda o al centro, sino arriba y adelante.
Arriba, porque la línea del destino de México es de superación y se pro-
yecta por encima de las facciones y de los intereses parciales, de los ex tre-
mismos y de las intolerancias, y se aparta lo mismo de la anarquía so cial que
de la tiranía del estado. Pero tampoco se queda en ningún centro estático o
incoloro: su marcha es adelante, hacia el progreso de la libertad, hacia la
transformación de la sociedad y el mejoramiento integral de los mexicanos.
Nuestra Revolución está inconclusa; y el admitirlo acelera su marcha: ni se
irá de bruces ni volverá la espalda para convertirse en estatua de sal. Su n
último es el hombre, que genética, biológica y socialmente nunca retroce-
de. Por eso vamos con el pueblo y con sus instituciones, arri ba y adelante.
[…]
Hago igual llamado a los intelectuales genuinos, a los profesionales, a
los trabajadores de la cultura y a quienes manejan los medios masivos de
comunicación, para que su esfuerzo ni marche en contra de la educación po-
pular, ni sirva de vehículo de penetración de intereses antimexicanos o se
margine de los altos objetivos que persigue el país […]
“Discurso de Luis Echeverría en la toma de protesta como candidato a la
Presidencia de la República en el Palacio de los Deportes de la Magdalena
Mixhuca”, 15 de noviembre de 1969, en Gonzalo Martínez Corbalá (pról.),
Historia documental del Partido de la Revolución, PRI, 1969-1974, tomo IX,
México, PRI-ICAP, 1984, pp. 61-75.
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PROTESTAS, REPRESIÓN Y REFORMA ELECTORAL, 1964-1979
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La cerrazón del régimen, las terribles desigualdades, el ejemplo de la Re-
volución cubana, entre otros factores, convencieron a miles de hombres
y mujeres que la vía pací ca estaba cerrada. También in uyó la repre-
sión, el 10 de junio de 1971, de una marcha estudiantil (el hecho lo
abordo en la sección sobre la aparición del movimiento en favor de los
derechos humanos).
El antecedente directo es una carta escrita por Lucio Cabañas a Gus-
tavo Díaz Ordaz. Si el presidente lo hubiera escuchado, el país se habría
ahorrado un costo humano altísimo.
Sierra de Atoyac de Álvarez, Gro., a 13 de mayo de 1968.
C. Lic. Gustavo Díaz Ordaz
Presidente de la República
Palacio Nacional
México, D. F.
Sr. Presidente:
Un año huyendo por la Sierra de Guerrero hemos cumplido ya. Esta ha
sido la única manera de proteger nuestras vidas porque los señores de horca
y cuchillo que dominan en este cercano Estado de Guerrero —apenas a
cuatro horas de la Capital de la República— han determinado que paguemos
con nuestras vidas el delito de no dejarnos despojar y de no permitir que se
ofenda y se despoje a los hombres y a las mujeres más pobres y humildes.
[…]
Ninguna ley autoriza las matanzas de campesinos, y el gobierno del
Estado realiza una tras otra. Todos los códigos y leyes de los pueblos civili-
zados y nuestra propia Constitución condenan a los asesinos y marcan las
penas que han de sufrir, pero en Guerrero los peores entre los criminales
son escogidos como “guardianes del orden”, y al que ha matado más cam-
pesinos se le nombra comandante.
[…]
9. Puedo relatar con mayor detalle el asesinato colectivo de Atoyac,
pues lo presencié personalmente. Los ricos de Atoyac encabezados por Juan
García, Rosalindo Sotelo, Antonio Divisino, Martín Hernández, Donaciano
Luna y el doctor Juan José Becerra aportaron cien mil pesos para hacer la
matanza; el gobernador, el procurador de “justicia” y sus grupos de judicia-
les, y el director de Educación del Estado aceptaron la oferta;
Los ricos estaban enojados con el pueblo porque los padres de familia
corrieron a la directora de la Escuela Julia Paco Piza, —que no dejaba—
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